Así lo afirmó ayer el economista Juan Llach en el último informe del IAE Business School, en el cual destacó que pueden estarse agotando “las herramientas de política macroeconómica disponibles”.
De acuerdo con el economista, “además de la imprevisible reaparición del coronavirus, con efectos negativos sobre la economía real, las políticas fiscales expansivas están tocando límites y la política monetaria -con tasas bajas o incluso negativas según los países- difícilmente podrá sostenerse mucho más tiempo”. En fin, “la fragilidad financiera está nuevamente presente, con valuaciones extravagantes de muchos activos, en especial en los EEUU, y crecientes riesgos crediticios, en un contexto en el que la deuda global ya alcanzó el valor récord de 230% del PBI mundial”, alertó.
De todas formas, anticipó que Trump “no se quedará de brazos cruzados, menos en un año en el que se juega la reelección”. “Ya anunció que depreciará al dólar, para lo cual necesita una problemática anuencia de la Fed bajando sus tasas”, señaló. Llach estimó que “el coronavirus y sus consecuencias pueden ser la excusa que facilite la tarea de su presidente, Jerome Powell. También lo ayuda en ese intento Xi Jinping, quien reconoció en estos días que el virus ya estaba afectando negativamente a la economía china”. Lamentablemente, “todo indica que el viento de frente, que un presidente peronista no encontraba desde Perón en 1952, seguirá vigente requiriendo un programa que cambie las expectativas negativas sobre nuestro país”, remarcó.