Revista Alumni

“Luego de muchos años de dificultades, vemos una mejora significativa en el ámbito regulatorio del sector agropecuario”

Antonio Aracre - Director general de Syngenta
Publicado martes 1 de agosto de 2017

-¿Cómo ve el sector agropecuario argentino? ¿Qué cambios nota con respecto a otros años?

-Luego de muchos años de dificultades, vemos una mejora significativa en el ámbito regulatorio del sector. Se eliminaron las retenciones de todos los cultivos excepto de la soja, que se redujeron. Se eliminaron todas las intervenciones en el mercado de granos. Hay una posición marcadamente más abierta por parte de las autoridades a escuchar las preocupaciones de los productores agropecuarios. Todo ello redundó en crecimientos del 20% en el área de maíz, arriba del 30% en el girasol y si no fuera por la situación climática, se hubieran dado números similares en el trigo en la campaña pasada contra el promedio de los últimos años del gobierno anterior. Esto no significa que los productores estén en una panacea, porque todavía tienen aspectos de su rentabilidad que no están resueltos. En particular, los precios de los commodities en baja, las dificultades logísticas y la inflación en dólares siempre son puntos que destacan cada vez que uno se acerca a conversar con ellos sobre sus preocupaciones. La gestión del riesgo climático también es algo importante.

"Una de las cosas que caracteriza a este mercado es que los productores agropecuarios tienen necesidad de financiarse adecuadamente, en condiciones ventajosas"

-Hace poco Syngenta presentó Crescere, ¿podría contarnos de qué se trata esta herramienta?

-Una de las cosas que caracteriza a este mercado es que los productores agropecuarios tienen necesidad de financiarse adecuadamente, en condiciones ventajosas, ya que pasan seis meses “enterrando” plata en el suelo para luego llegar a cobrar cuando viene la cosecha y venden el grano. Entendemos que el mercado no estaba atendiendo esa necesidad con suficiente efectividad. Para eso lanzamos este programa, que da financiación a cosecha hasta un año de plazo sin ningún tipo de recargo financiero. Lo digo de nuevo: CFT 0%, y con el beneficio de poder comprar con canje, lo cual tiene ventajas adicionales en la operación. La respuesta fue realmente contundente: la herramienta nos ha permitido crecer tres puntos en nuestra participación del mercado. Un efecto tan fuerte no es frecuente en el lanzamiento de una herramienta nueva. Desde el punto de vista interno, fue un muy lindo proyecto, en el que se involucraron un montón de sectores de la compañía, comerciales, financieros, administrativos, locales e internacionales y es, además, un un ejemplo de cómo las compañías pueden agregar valor en el mercado dando una oferta diferenciada. Este año estamos combinando la oferta de Crescere con otro programa que tenemos, que se llama Integra. Este programa atiende una de las preocupaciones del sector, que es la gestión de riesgo climático. Vía tecnología satelital de punta, ofrecemos un seguro de riesgo climático de sequía, inundación y otros efectos climáticos para que el productor recupere lo invertido en insumos en caso de que el clima no lo acompañe. De esta manera, si el clima es bueno, el productor obtiene rendimiento de su inversión vía una mayor producción. Si el clima es malo, tiene el programa Integra, que le permite cubrir el costo de su inversión en insumos. Además, financia todo esto con Crescere sin tasa a un año. ¡Siempre gana!

- ¿Cuáles son los desafíos más importantes que tiene todavía el sector agropecuario?

-En el corto plazo, resolver un poco mejor su ecuación de rentabilidad, sobre todo para aquellos que alquilan campos. En el largo plazo, continuar agregando valor a su producción, expandiendo mercados. Por ejemplo, hay muchísimo por hacer en biocombustibles, de manera inteligente y sin competir con la alimentación. Finalmente, creo que el sector tiene un desafío cultural, que es valorar la propiedad intelectual y aceptar pagar ella. En semillas de soja, solo paga por la propiedad intelectual un 30% del mercado. Eso es un gran desincentivo a la inversión en tecnología para las compañías que prefieren concentrarlas en mercados donde tengan un retorno para las mismas. Si queremos seguir teniendo la mejor competitividad en la producción agropecuaria como país, necesitamos de estas inversiones que nos estamos perdiendo.