Las dificultades para sumar personal calificado y el impacto en los costos

Otro informe del IAE, difundido por fuera del encuentro logístico, reveló que 9 de cada 10 empresas reconocen que no encuentran los perfiles que necesitan con facilidad. Y que los puestos vinculados a tecnología (49%) y comerciales (45%) son los más difíciles de cubrir.

Indicó además que el 70% de las empresas atribuye el déficit de personas con las habilidades demandadas a la formación desactualizada o insuficiente en las instituciones educativas, mientras que el 50% menciona la dificultad para adaptarse a entornos laborales exigentes o cambiantes.

No por casualidad, la consigna del congreso de ARLOG fue: “La logística en tiempos modernos: infraestructura, tecnología y gestión del talento humano”.

En el caso específico de este sector, la encuesta interna revela que el 79% de las empresas proyecta dirigir sus inversiones a tecnologías de almacenamiento, robotización, automatización y desarrollos de Inteligencia Artificial y sistemas de seguridad.

A su vez, un 70% de las respuestas indicaron que el destino será ampliar la capacidad de sus almacenes. Finalmente, un 53% anticipó que hará desembolsos en unidades de transporte de carga, tanto camiones como utilitarios, tractores y bitrenes.

Un dato que reafirma la relevancia que tiene en la actualidad la incorporación de tecnología para el sector logístico, fue que durante el encuentro se presentaron dos casos de éxitos de gestión. Ambos están basados en ese tipo de herramientas.

Por un lado, Pablo Lucca, gerente general de SSI Schäfer para el Sur de América latina explicó el nuevo proceso de automatización de la cadena Nini Mayorista. Y Luis Olivos, jefe de Ingeniería de DH Systems, y Juan Manuel Furones, gerente de Compras y Logística de Hafele, expusieron sobre la incorporación de almacenes verticales automáticos y destacaron la mayor eficiencia que significa aprovechar el espacio en altura y la automatización de tareas.

Respecto del contexto económico, que también influye en la gestión de los recursos humanos, el relevamiento reveló que el 64% de las empresas opinó que la economía argentina va a mejorar en 2026.

Sin embargo, apenas el 35% se animó a predecir que será un año de “oportunidades”. En cambio, hubo un 42% de respuestas que consideran que será un año de “eficiencia forzada” y otro 17% lo definió como “de supervivencia”.

Estos últimos dos conceptos tienen que ver con el ajuste de costos que vienen realizando prácticamente todos los sectores productores de bienes y servicios. Sin reducción de impuestos en el corto plazo y una competencia importada cada vez más agresiva, el objetivo de ganar eficiencia se convirtió en un mandamiento perentorio.

En ese sentido, la encuesta de ARLOG reflejó que un 40% de las empresas dijeron estar muy preocupadas por “el aumento constante” de costos operativos, laborales y de transporte. Eso se trasladó a lo que consideran una baja rentabilidad del sector y dificultades para sostener la competitividad.

La incidencia de una infraestructura deficiente en las operaciones

Otro elemento que se sumó al momento de evaluar el comportamiento de los costos operativos de la industria logística fue la incidencia de la deficiente infraestructura vial del país.

El deterioro quedó registrado en un estudio elaborado por el Departamento de Infraestructura Vial de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) sobre 22.700 kilómetros de más de 30 rutas nacionales y provinciales que concentran el 80% del tráfico en el país.

El trabajo, que incluyó más de 250 horas de video y más de 51.500 fotos georreferenciadas, reveló “deterioros de carpetas asfálticas, banquinas, problemas de señalización y obras viales inconclusas o activas mal señalizadas”.

Cristian Sanz, presidente de la FADEEAC, señaló: “La mayoría de las rutas se encuentra en estado regular o malo”.

Y remarcó que esas condiciones se traducen en mayor siniestralidad e impacto en los costos: “Provocan maniobras forzadas para esquivar baches, causando colisiones; daños mecánicos y detenciones, y reducciones drásticas de velocidad, induciendo a sobrepasos”.

Sergio Ruppel, presidente de la Fundación para la Profesionalización en el Transporte (FPT) detalló que la infraestructura en mal estado impacta en el desempeño ambiental y económico del transporte al reducir la vida útil de neumáticos y del equipo en general, y aumentar el consumo de combustible. Según el estado de deterioro de las rutas, los sobrecostos operativos oscilan entre 3,2% y 7,8%, indicó.

Pero también la infraestructura portuaria enfrenta problemas que encarecen los costos del sector. Francisco Morandini, director de TRP, comentó: “Por primera vez en más de dos décadas, la Argentina superará los 2,3 millones de TEUs movilizados, impulsados por más servicios navieros y la simplificación de trámites. Sin embargo, el país sigue muy por debajo del puerto de Santos, en Brasil, que concentra más de 30 servicios semanales frente a los 17 locales”.

En ese punto, el empresario destacó la necesidad de profundizar la hidrovía, mejorar los accesos ferroviarios y reducir los tiempos de espera y documentación.

También llamó la atención sobre lo que consideró una oportunidad inmediata: los contenedores vacíos que regresan a Asia. “Todos los años, embarcamos unos 300.000 contenedores vacíos”, afirmó.

“Revertir esa subutilización de recursos y fortalecer la coordinación entre sectores será clave para aprovechar los proyectos de inversión y mejorar la competitividad del país”, concluyó.