Por Carlos Pace
El estudio ofrece una perspectiva integral sobre la composición y prioridades de los órganos de gobierno corporativo en Argentina, en un contexto caracterizado por su complejidad y la necesidad de adaptación constante. Los hallazgos no solo brindan evidencia del estado actual del gobierno corporativo, sino que también invitan a reflexionar sobre los desafíos que enfrentan nuestras organizaciones.
Nuestro objetivo es proporcionar una herramienta de análisis que facilite la comprensión de las tensiones estructurales y coyunturales que atraviesan a las organizaciones. Los resultados permiten identificar patrones y tendencias en la conformación y funcionamiento de estos directorios, además de delinear oportunidades concretas de mejora.
En cuanto a la muestra, el 60% de las empresas reportó una facturación anual de entre 20 y 300 millones de dólares. En lo que respecta al origen del capital, el 66% es nacional y el 23% es extranjero.
El 70% de las empresas no están reguladas por la CNV o el BCRA. En relación al reporting del management, el 63% lo hace al Directorio de la sociedad, el 23% a los accionistas, y solo el 9% al Directorio de la controladora.
En promedio, los directorios se reúnen 10 veces al año. La composición presenta un promedio de 5 miembros por Directorio, de los cuales el 40% son parte de la familia fundadora. Las mujeres representan solo el 20% de los directores, y 2 de cada 10 son directores independientes. Además, el 60% del Directorio está compuesto por ejecutivos no accionistas.
Un hallazgo significativo es que el 52% de los casos no cuenta con Comités que actúen como órganos de apoyo al Directorio en áreas clave como auditoría, riesgos, recursos humanos, entre otros. Esto representa una importante oportunidad de mejora para la gestión.
Respecto a la indemnidad, solo el 20% de los directores posee carta de indemnidad otorgada por los accionistas, aunque el 47% cuenta con un seguro D&O (Directors and Officers), que protege a los directores y ejecutivos de demandas derivadas de errores u omisiones en su gestión.
La edad promedio del presidente del directorio es de 56 años, indicando experiencia y credibilidad, aunque solo el 6% de la muestra tiene presidentes de 40 años o menos, lo que se suma al déficit de diversidad de género mencionada anteriormente. La antigüedad promedio en el cargo es de 11 años, y en el 45% de los casos, las funciones de presidente del directorio y CEO se superponen.
Además, la antigüedad promedio de los miembros independientes es de 11 años, valor que excede los criterios de varios códigos para considerar a un director como independiente. Esto indica un gran potencial para mejorar la independencia y su efectividad.
El estudio también muestra las remuneraciones anuales promedio de los presidentes del Directorio, de los miembros no independientes y de los directores independientes.
En cuanto al panorama impositivo, la situación de los directores-empleados en Argentina presenta complejidades normativas que impactan en costos empresariales, derechos laborales y beneficios previsionales.
En conclusión, los Directorios enfrentan desafíos clave en la profesionalización de su funcionamiento, el fortalecimiento de la independencia de sus miembros y la adopción de prácticas alineadas con estándares internacionales. Sin embargo, también existen retos estructurales que limitan su efectividad, especialmente en lo que respecta a diversidad, gestión del riesgo y planificación estratégica a largo plazo.
Confiamos en que este estudio se convierta en una referencia anual, aumentando la participación de más empresas y avanzando en el conocimiento de los Directorios de nuestro país, contribuyendo así a sus acciones de mejora.