Revista Alumni

IAE Summit 2025: la productividad entendida como el desafío de crear más valor

El panel “Claves macro y microeconómicas para el crecimiento sostenido” del IAE Summit 2025 dejó en claro que la productividad no se trata solo de que las empresas logren más eficiencia, sino de que creen más valor y exporten más. Esto, a su vez, exige, además de una macro estable, instrumentar reformas estructurales en materia laboral, previsional, tributaria y de apertura internacional.
Publicado viernes 4 de julio

El panel “Claves macro y microeconómicas para el crecimiento sostenido” del IAE Summit 2025 abordó los desafíos estructurales que enfrenta la Argentina para generar condiciones de crecimiento sostenido y recuperar productividad. Conformado por economistas de diferente extracción, el debate combinó diagnósticos con propuestas.

Participaron Marina Dal Poggetto, profesora de IAE Business School; Pablo Dragún, director del Centro de Estudios de la UIA; Juan Carlos Hallak, profesor UBA e investigador CONICET; y Matías Kulfas, director del doctorado en Ciencias Económicas de UNSAM. Moderó Milagros Gismondi, economista en Cohen Aliados Financieros y profesora de la Universidad Austral.

¿Cuánto le falta a esta estabilización?

La moderadora Milagros Gismondi abrió el encuentro señalando la caída de la productividad en Argentina desde 2011 y planteó preguntas centrales: ¿cuánto le falta a la estabilización macroeconómica? ¿Cuándo llegarán las grandes inversiones?

Marina Dal Poggetto respondió con una definición clave: “La estabilización no es solo la macro. Es un triángulo: la macro, la micro y la política. Y las tres cosas van en simultáneo”. En su lectura, el programa macroeconómico arrancó bien, pero “con el paso del tiempo se transformó en un programa con más énfasis en la política y en llegar a octubre que en la estabilización de mediano plazo”.

“La consolidación fiscal de arranque se hizo. Podemos discutir los intereses y déficits del programa financiero detrás, de pesos y de dólares”, agregó. Pero también advirtió sobre las presiones cambiarias y una política monetaria que prioriza la expansión del crédito sin un ancla clara. “¿Está todo mal? No, no está todo mal”, dijo, pero aclaró que el programa monetario actual “no construye un ancla alternativa” (al tipo de cambio).

Escenario industrial: luces y sombras

Luego, Gismondi le preguntó a Pablo Dragún si el entramado productivo había logrado avanzar en competitividad o si el tipo de cambio seguía dominando la escena. Dragún ofreció un panorama sectorial: “Hay sectores que están funcionando bien, creciendo con vigor: refinación de petróleo, automotriz, motos. Otros están 20-25% por debajo del año pasado, como el complejo textil o la construcción”. En promedio, dijo, “la actividad industrial está 9,7% debajo del mismo período de 2023”.

Hay que trabajar detalladamente en la micro, en la competitividad”, sostuvo e indicó que, si bien muchas empresas invirtieron en años anteriores aprovechando la brecha cambiaria, hoy enfrentan costos de capital más altos y sin reformas sistémicas en marcha.

Productividad no es solo eficiencia

Juan Carlos Hallak introdujo una distinción clave: “Cuando pensamos en productividad, creemos que es hacer lo mismo más eficientemente. Pero quizás el desafío más grande no pasa por ahí. Se trata de hacer cosas de más valor con lo mismo”.

Criticó la “fantasía” de que, solo sacando el pie del Estado, el sector privado florece. “Va a aumentar (la productividad), pero no nos va a llevar a ser un país desarrollado”, sostuvo. Y señaló: “Chile y Perú tienen estabilidad macroeconómica hace mucho y están en la trampa del ingreso medio. Hace falta entender cómo se crea valor”.

Sobre el rol del Estado, planteó una visión distinta de la política productiva: “No la vieja (política productiva) de dar subsidios y proteger, sino ayudar a lograr inserción internacional. Hay que vender cosas a valor alto”.

¿Qué política productiva puede haber en Argentina?

Matías Kulfas retomó lo planteado por Hallak: “Hay que ver dónde hay capacidades para producir e invertir. La productividad no es solo revisar prácticas. El Estado tiene un rol ineludible”. Sin embargo, a diferencia de Hallak, Kulfas sostuvo que los subsidios tienen que formar parte de una política productiva, pero que deben estar vinculados a metas monitoreables.

Citó ejemplos de países de la región con planes estratégicos –como Brasil, México y Chile– y sostuvo que “Argentina necesita una estrategia productiva y un Estado activo”. También advirtió que “la infraestructura es imprescindible” y que, si el Estado se retira de la obra pública, “condena al país a un déficit grave de infraestructura”.

Costo argentino y evasión

El panel también abordó el “costo argentino”. Dejando de lado lo impositivo, Dragún identificó los siguientes componentes centrales del llamado costo argentino: los costos logísticos, la litigiosidad laboral y la falta de financiamiento productivo. “La productividad que se construye adentro de la empresa a veces no se traduce a nivel país si no hay una agenda micro que la acompañe”, apuntó.

 

En el plano fiscal, Dal Poggetto planteó que “Argentina quiere tener el Estado sueco con los impuestos de Paraguay” y que el debate de fondo no es si los impuestos son altos, sino “qué Estado queremos y cómo lo financiamos”. Advirtió: “Argentina recauda 29 puntos del producto con una presión normativa de 50” del PBI por la evasión. También criticó el nuevo Régimen de Inocencia Fiscal y planteó que hay “una falta total de letra chica en las reformas estructurales para después de octubre”.

Valor agregado y exportaciones

Por su parte, Kulfas sostuvo que, con el esquema de precios relativos actual, “solo las actividades primarias pueden progresar”. Pero esas actividades –como energía y minería– deben “usarse como palancas para el desarrollo”, con política pública que agregue valor aguas arriba y abajo.

Hallak coincidió: “Vaca Muerta, el agro no alcanzan. Tenemos que hacer productos de mayor diferenciación y exportarlos”. Y planteó: “No sabemos cómo encarar la venta externa”. Luego, compartió el caso de éxito de la yerba mate Cósmico para ilustrar que “el primero que exporta no es el que más sabe de producción, sino el que sabe vender”.

Capital humano e inclusión productiva

Dragún destacó la urgencia de una agenda de largo plazo en educación: “La inversión en infraestructura y capital humano no se ve en un mandato presidencial. Debe sostenerse en el tiempo”. También llamó a cerrar brechas entre el sistema educativo y las necesidades del sistema productivo.

En tanto, Kulfas remarcó el rol de las provincias en lo que llamó la descentralización de la política productiva y enfatizó que no habría que discutir si política productiva sí o no, sino cuáles son los mejores instrumentos. “La política productiva requiere cooperación público-privada, recursos y coordinación”, concluyó.

La gobernabilidad como componente de la estabilización

Dal Poggetto cerró con un diagnóstico político-económico: “Argentina rompió la moneda y el crédito. Construir moneda y crédito es condición necesaria para canalizar ahorro hacia la inversión. Y eso es condición para la productividad”.

También apuntó que “la gobernabilidad no es solo contener la calle con DNU y vetos. Es alargar el horizonte en las decisiones, que los contratos se respeten, que no se aproveche el desastre de YPF generando riesgos del caso legal en la Justicia”. Y citó la necesidad de un tipo de cambio competitivo, como hizo Chile en su apertura: “Chile destruyó sectores, pero lo hizo con tipo de cambio alto y baja de impuestos a las exportaciones”.

El panel evidenció consensos respecto de la importancia de la estabilidad y de una política productiva para impulsar un salto de productividad en el país. Pero también marcó matices en relación con los instrumentos de esa política y los desafíos pendientes, sobre todo en materia de reformas estructurales.

Fuente/Copyright: IAE Business School