Ivanna Mandolesi, PAD 2014, es vicepresidente de Savant Pharm S.A desde 2013 y lidera los reportes de sustentabilidad de la compañía.

–¿Cómo le fue a Savant Pharm durante la pandemia?

–En nuestra empresa, como en muchas, tuvimos que enfrentar este gran desafío mundial y logramos un buen desempeño desde lo comercial y desde lo industrial. Hemos podido crecer y abastecer el mercado con normalidad.

Se adoptó rápidamente el modelo de home office en los roles administrativos y comerciales, manteniendo un vínculo cercano con los colaboradores para adecuar el trabajo en cada uno de sus hogares. En el complejo industrial, además de las adecuaciones que hicimos para que los colaboradores estuvieran protegidos, armamos nuestro propio protocolo de prevención como complemento al protocolo de higiene y seguridad existente.

No hemos interrumpido en ningún momento la operación de la producción, distribución y venta de nuestros productos, no solo por el carácter esencial de la actividad que desarrollamos, sino por la gran dedicación de todas las partes involucradas en el desarrollo operativo.

–¿Cuáles fueron los factores que posibilitaron la expansión de Savant Pharm en el continente europeo?

–En 2020, fundamos Virixene, un grupo farmacéutico internacional. Es una prolongación de nuestra experiencia de más de 25 años con la marca Savant, sumando la nueva marca corporativa Vivunt.

Savant se encuentra presente en la Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay, donde estamos muy satisfechos con el crecimiento de nuestras marcas Fabogesic (ibuprofeno), Almáximo (sildenafil y tadalafilo), Fabamox (amoxicilina), Fluorogel (geles y cremas dentales), Gripaben (antigripales) y Torstop (línea de expectorantes) entre otras marcas también establecidas en el mercado y en constante crecimiento. Vivunt opera en Chile y Colombia, con proyección en el mercado europeo.

En España estamos trabajando en la construcción de una nueva planta farmacéutica con tecnología muy avanzada destinada a la producción de medicamentos oncológicos estériles bajo normativas europeas y de FDA.

Nuestra experiencia que se refleja en la madurez de los equipos, la solidez en la toma decisiones acompañada siempre de inversiones y en la sustentabilidad de la compañía, hicieron que este paso sea posible.

–¿Cómo ve el mercado farmacéutico argentino?

–Siempre nos hemos caracterizado por adaptarnos permanentemente al clima de negocios que el país vaya otorgando. Dedicamos toda nuestra energía en modificar los procesos que fueran necesarios para solucionar cualquier incertidumbre que pudiese surgir. Nuestro proyecto en la Argentina es a largo plazo y es por ello que seguimos apostando al desarrollo no solo de nuestro complejo industrial sino de nuestro modelo de negocio con nuestros clientes, los cuales son para nosotros socios estratégicos para lograr cumplir ese desafío.