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El Cronista

Los chicos también pueden

Las pymes tienen el desafío de reconvertirse para integrarse a las cadenas de valor de compañías que ya tienen objetivos de sustentabilidad. Transferencia de conocimiento, financiamiento y cooperación son algunas de las estrategias que usan las grandes empresas para ayudar a que sus proveedores den el paso hacia el camino socialmente responsable
Publicado martes 28 de junio de 2022

Rosa Londra

Si caminas solo, irás más rápido. Si vas acompañado, llegarás más lejos”. La frase puede servir para ilustrar los desafíos en los que están involucradas las industrias cuando se trata de alcanzar metas de sustentabilidad. Las empresas son cada vez más conscientes de lo difícil que es lograr resultados si no se cuenta con el apoyo de su cadena de valor: cada eslabón formado por proveedores y clientes conscientes de su papel es fundamental para que las empresas puedan cumplir con estándares ambientales, sociales y de gobemanza (ESG, por su sigla inglesa).

Si se trata, por ejemplo, de alcanzar la neutralidad de carbono, la meta net zero fijada para el 2050 requiere que las industrias reduzcan sus emisiones un 50% hasta 2030, según CDP, organización global que busca la descarbonización de la economía. Pero las grandes empresas no pueden hacerlo solas, sino que deben actuar en conjunto con su cadena de valor, con la que deben compartir información para saber dónde están las oportunidades de mejora. Por otro lado, para las pymes, estar dentro de la cadena de valor de una gran empresa preocupada por estándares de sustentabilidad puede traer consigo muy importantes oportunidades de negocio y de mejora de competitividad.

Comprometidos con su cadena de valor, Grupo Techint lanzó el año pasado la versión Medio Ambiente de su tradicional programa, ProPymes. La organización comandada por Paolo Rocca ofrece allí asistencia industrial, comercial, financiera, institucionales, capacitaciones y acciones de apoyo para que mejoren su competitividad. “La sustentabilidad es uno de los ejes estratégicos para la mejora continua en la industria: la iniciativa apunta a que implementen acciones de transformación medioambiental, migren hacia una producción más limpia, se alineen a los objetivos de descarbonización de cara al 2030”, dicen.

En 2021, por ejemplo, las pymes metal- mecánicas se capacitaron en el IAE sobre los aspectos ambientales: la situación ambiental global, el marco normativo y de calidad vigente, la importancia de definir indicadores claves de medición y desarrollar productos ecoamigables que permitan captar oportunidades de negocio. Este año se dedicarán a la eficiencia energética y acciones de transición, gestión de monitoreo y control de emisiones, de tratamiento de efluentes, gestión de líquidos y certificaciones medioambientales.

Barbieri, cliente de Ternium —la fabricante de aceros planos del grupo que se comprometió a reducir en un 20% hacia el 2030 sus emisiones de C02—, es una empresa familiar que fabrica productos de alta calidad para el mercado de la construcción local y regional, tanto metalúrgicos como plásticos y se especializa en la fabricación de perfiles de acero para la construcción en seco. La pyme trabaja dentro del paradigma del triple impacto y puso el foco en la transparencia en el desempeño ambiental. Así, se convirtió en líder en la industria al analizar el ciclo de vida de más del 90% de su portfolio de productos. “Medimos su impacto ambiental para poder gestionarlos, identificar los procesos que tienen un mayor impacto y reducirlos, en conformidad con la ISO 14025. Fue un proceso prolongado, un trabajo colaborativo de relevamiento minucioso de la información a nivel interno y con toda la cadena de valor”, dice Juan Barbieri, gerente de Innovación y Sustentabilidad de la firma. También publicaron su primer Reporte de Sustentabilidad. Entre los ejes de acción destacan el bienestar de su equipo —integración y diversidad como drivers de crecimiento—, las alianzas estratégicas con la comunidad y asociaciones civiles, su responsabilidad extendida con la capacitación del sistema constructivo y la producción responsable y segura.

Para alcanzar la neutralidad en carbono para 2050 hay que reducir las emisiones en un 50% hasta 2030.

Otro de los temas que preocupa a la compañía es el de favorecer la inclusión. Por eso, con Vamos a Zoomar, Mujeres a la Obra y Cónsul Steel, y con el apoyo de Familia Bercomat y TECHO, brindaron capacitaciones gratuitas en Steelframe para mujeres. “Buscamos disminuir la brecha de género y potenciar la profesionalización de las mujeres: en el sector de la construcción el 95,4% de los trabajadores son hombres y solo el 4,6% son mujeres”, dicen.

Con el Premio Nacional a la Calidad 2022, la empresa fue reconocida por sus procesos internos con foco en la sustentabilidad.

Socios con valor

Uno de los desafíos de los retailers es encontrar proveedores que cumplan con sus objetivos de ofrecer en sus góndolas productos amigables para el medioam- biente. “En la búsqueda de soluciones ecoamigables nos aliamos con pymes locales que pueden proveemos de productos de calidad que cumplan nuestros estándares”, dice Luciano Ferrari, director de Bazar de Carrefour, cadena que cuenta con 95% de proveedores pymes o fabricantes de su marca propia.

En 2020, para honrar su compromiso de eliminar la vajilla plástica de un solo uso de sus góndolas, Carrefour se alió con Hurlingham Siliconas, fabricante de sili- cona industrial. “Debíamos incorporar a nuestro bazar ecoamigable un producto que reemplazara los sorbetes plásticos”, dice Ferrari. Por su parte, la pyme se dedicaba a la fabricación de productos de silicona para el sector industrial. La empresa familiar, ahora a cargo de María Paula y María Fernanda Recagno —segunda generación de la firma— tomó nota del pedido y comenzó a desarrollar el producto, sorbetes de silicona reutilizables. “La pandemia nos empujó a reinventar nuestro negocio. En este proceso, la cadena de supermercados tuvo un rol clave en cuanto al acompañamiento”, dicen.

Ambas compañías trabajaron en conjunto en los análisis de laboratorio, el diseño de producción y el packaging. Los sorbetes de silicona reutilizables y flexibles vienen en distintas presentaciones según unidades, colores y tamaños. “Nos aseguramos de que, dentro de nuestro ecosistema, los emprendimientos y pymes puedan desarrollarse y eleven sus estándares de calidad en línea con las normas de responsabilidad social de la compañía”, dice Ferrari.

Barbieri, que fabrica productos plásticos y metálicos para la construcción, puso el foco en la sustentabilldad del negocio

 

Más allá de cuán integradas estén, las grandes empresas deben trabajar con sus proveedores y clientes pymes para asegurar una cadena con valor sustenta- ble. Arcor es un buen ejemplo. A pesar de que su integración vertical pueda darle ciertas ventajas a la hora de cumplir con los estándares de negocio responsable que se ha propuesto, también trabaja con sus proveedores. ¿Cómo lo hace? Lo primero que debe hacer una pyme que quiera ser dada de alta como proveedor es firmar la Carta de Adhesión a los Principios Fundamentales para una Gestión Responsable, un decálogo de valores vinculados a los principios del Pacto Global, normas de trabajo definidas por la OIT y mejores prácticas empresarias. “Es el primer requisito y genera un marco en la relación comercial”, dice Bárbara Bradford, gerente de sustentabilidad. Después mediante un proceso gradual, integral y estratégico de trabajo -que incluye auditorías de calidad y programas de mejora continua-, la visión de la gestión responsable de la multinacional será un componente clave en los negocios. En la actualidad, 9366 proveedores son firmantes de la carta. Allí comienza la estrategia de abastecimiento que ejecutan y que les permite pensar, diseñar y desarrollar iniciativas, proyectos y programas específicos para los distintos grupos de proveedores en función de los riesgos y oportunidades que cada uno representa desde los objetivos de sustentabilidad que se plantean. La segunda etapa es participar del programa REconocer, una autoevaluación que da como resultado el índice de Calidad Comercial & Sustentabilidad, considerado por el área de Compras para impulsar la mejora continua en los proveedores como comunicación y sensibilización, capacitación y planes de acción específicos para abordar aspectos críticos parala compañía. La calidad, los aspectos económicos y socioambientales son evaluados permanentemente por su importancia para lograr relaciones comerciales a largo plazo.

Elegir el cliente

Liderada por Laura Busnelli, el camino hacia el triple impacto que siguió Bu- plasa, firma especializada en productos plásticos para la industria cosmética, farmacéutica y promocional, la llevó a cosechar logros y a marca tendencia en su industria. Y también a la necesidad de elegir a clientes que valoraran el camino emprendido. “No todos los clientes estaban dispuestos a trabajar con el precio, la calidad y una estructura como la de nuestra empresa, con un costo mayor pero que también aporta más valor a la sociedad: buscamos y encontramos a los clientes que valoran nuestro trabajo”, explica Busnelli. Avon, Natura y Cannon son algunos de ellos.

La innovación es otra impronta fuerte de su gestión. “Por convicción personal y para mejorar nuestra competitividad, desarrollamos productos que promueven su reutilización en el uso cotidiano y el reciclaje de la materia prima en su elaboración. También promovimos procedimientos de trabajo y de gestión formales, algo no tan común en una pyme del conurbano hace 22 años”, cuenta. Otra de los objetivos es la diversidad y la promoción del desarrollo económico de las mujeres: 50% de su plantel está integrado por mujeres —desde la operación en máquinas inyectoras hasta niveles de dirección—, en una industria tradicionalmente masculina.

El punto de inflexión fue cuando advirtieron que el plástico era un producto muy cuestionado desde el punto de vista medioambiental, a la vez que un material noble y económico. “Nos cuestionamos el mal uso que se le daba. Decidimos hacer una inversión e incorporar más procesos productivos para controlar el proceso de nuestros productos”, dice Busnelli. Así diseñaron una línea de productos sustentables: 100% con materiales recuperados y otros que son producidos con materiales vírgenes, bioplásticos provenientes de recursos renovables. Hoy 50% de los productos que comercializan son de estas líneas. Certificada como Empresa B, el sello los distingue a sus productos.

Las industrias deben medir sus emisiones a lo largo de toda su cadena de valor para evitar una crisis medioambiental

¿El trabajo con la cadena de valor? “Es fundamental la confianza, la comunicación y potenciar cada eslabón; es un aprendizaje mutuo”, dice Busnelli. Como proveedores regionales de Avon, incentivaron a la firma para que cambiara especificaciones de empaque para que fuera más ecológico —“ellos lograron que se adoptara esto a nivel mundial”, dice Busnelli— y ahora venden en su catálogo productos sustentables de su marca Buply. En 2015, pudieron invertir u$s 250.000 en una nueva planta gracias a que su cliente Dupont (hoy, Dow) los apoyó: gracias a sus avales, fundamentados en un contrato de abastecimiento, accedieron a un crédito a menor tasa y a más largo plazo. El negocio significó multiplicar por cinco el negocio para la multinacional y para Buplasa el primer paso para el desarrollo de la línea de negocio sustentable. Ya invirtieron más de u$s 1 millón en su planta, donde trabajan 50 personas y facturan $ 300 millones de anuales.

Dolores de cabeza

Según María José Murcia, profesora del IAE, las dificultades de construir una cadena de valor sustentable son muchas para las empresas: el supply chain global se ha convertido en algo complejo y difícil de controlar. Y después de la pandemia se complejizó aún más. Por eso, muchas firmas vuelven sobre sus pasos acerca del outsourcing y prefieren integrarse verticalmente para no correr riesgos. “Cada vez más, las firmas incluyen acciones relacionadas con su cadena de valor para mejorarla sustentabilidad. Esperan que sus proveedores cumplan con buenas prácticas ambientales o que traten de manera justa a sus trabajadores, pero esto es muy difícil de controlar en cadenas globales complejas”, explica. Otra opción es optar por una cadena local. Así es que el desarrollo local de proveedores comienza a tomar cada vez mayor protagonismo. Si no se puede fabricar in house, contar con proveedores locales otorga resiliencia a la cadena. Las auditorías a los proveedores es una de las herramientas con las que cuentan las grandes firmas para asegurarse de contar con productos y servicios que califiquen como sostenibles. Que los proveedores cuenten con certificaciones también es otro requerimiento.

Murcia investigó junto a Rajat Panwar, de Appalachian State University y Jorge Tarzijan, de la Universidad Católica de Chile, a 278 firmas de S&P 500, desde el 2002 al 2014. “Las compañías más centradas en responsabilidad social empresaria (RSE) recurrían menos al outsourcing y tenían mayor nivel de integración vertical. Y en cuanto las firmas superaban el promedio de su industria en RSE, incrementaban 3% su nivel de integración vertical. Creemos que moni- torear los costos y riesgos de la cadena de valor se ha incrementado tanto que muchas compañías optan por integrar actividades. Sin embargo, la investigación demuestra que las empresas que mantienen relaciones colaborativas y basadas en la confianza con sus proveedores, pueden mantener cadenas globales y cumplir con estándares altos de RSE”, explica.

Es que si el trade off es entre lograr ventajas de aprovisionamiento global y de bajo costo y el riesgo de contar con proveedores que no cumplan estándares ambientales o sociales, cada vez más- la balanza se inclina por la sustentabilidad: es lo que aporta mayor valor en el contexto actual. La experiencia de la pandemia y sus consecuencias, no ha hecho más que incrementar el riesgo, ya sea de aprovisionamiento just in time o de no cumplir estándares de salud o de comportamiento socialmente responsable por parte de los proveedores.

Como criterio Murcia aconseja tener en cuenta que los costos del ourtsourcing son siempre menores y que es más fácil monitorear la responsabilidad social de un proveedor que construir esa capacidad internamente. Por eso, contar con proveedores y clientes conscientes de la RSE es una ventaja. “Construir una relación estrecha con los proveedores también es fundamental: acordar estándares de RSE, entrenar a su personal y proponerse logros conjuntos puede ser un camino”, dice la especialista. El intercambio de información, el compromiso mutuo para resolver problemas es fundamental para construir confianza y valor en el largo plazo. El financiamiento, la capacitación a los proveedores y el desarrollo de soluciones en conjunto son otras herramientas. En su informe sobre Supply Chain 2021 Engaging the chain: driving speed and scale, elaborado junto a BCG, CDP revela que aunque se están realizando avances en lo que respecta al impacto medioambiental directo, solo el 38%, el 47% y el 16% de las empresas participantes colaboran con sus proveedores en iniciativas de cambio climático, deforestación y seguridad del suministro de agua, respectivamente. “Es urgente que las empresas realicen mediciones y emprendan actuaciones en cascada hasta abarcar toda la cadena de suministro con el fin de lograr la velocidad y la escala necesarias para evitar una crisis medioambiental”, se explica.

"La pandemia nos empujó a reinventar nuestro negocio y Carrefour nos acompañó en el proceso" María Paula Racagno, socia gerente de Hurlingham Siliconas.

Las empresas no pueden medir completamente el alcance de sus propias emisiones individualmente, ya que las emisiones en su cadena de suministro pueden representar hasta el 90% de su total. Además, el 80% de los proveedores no las informan. Por esto se necesita una mayor transparencia para que los objetivos y la acción se transmitan a toda la cadena. C02 AI, de BCG y CDP, lanzará una plataforma tecnológica para facilitar el intercambio de datos de emisiones de alcance 3 y acelerar la descarbonización en los ecosistemas. La plataforma ofrecerá una solución integral para que empresas, proveedores y clientes compartan fácilmente sus datos de sostenibilidad, lo que permitirá la neutralidad en carbono de ecosistemas enteros, prometen.

¿Y las pymes? Según CDP, tienen un potencial enorme para el cambio. Proveen 50% del empleo en el mundo y representan 90% de todos los negocios. ¿Con qué cuentan para definir objetivos y alinearse para sumarse al net zero 2050? La organización lanzó SME Climate Disclo- sure Framework, una herramienta que empodera a las pequeñas y medianas empresas para que diseñen sus compromisos y reporten sus progresos en relación con ellos. Con indicadores y métricas sobre targets basados en ciencia, el diseño modular de la herramienta es flexible para adaptarse a las necesidades de la pyme en cuestión.

 

María José Murcia

 

28/06/2022 El Cronista Comercial - Nota - Sup. Sustentabilidad - Pag. 20

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