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Una nueva dirigencia que trae progreso a empresas y al país

Silvia Torres Carbonell, Centro de Entrepreneurship de IAE Business School
La libertad individual, la no dependencia del Estado, el mérito, el esfuerzo, la innovación, la creatividad, la agilidad, el trabajo en equipo, la tecnología como herramienta democratizadora y la colaboración, cobran valor.
Publicado sábado 3 de septiembre de 2022

Revista Mercado edición aniversario
Sep 2022 pag 41

La pandemia del COVID19, que nos afectó profundamente en el 2020 y 2021, demostró una vez más que la humanidad puede enfrentar los peligros con perspectivas negativas como negación, indignación, temor, violencia, o puede hacerlo transformando el peligro en desafío, poniendo todos los conocimientos, recursos y organizaciones trabajando coordinadamente para superar el peligro.

Y puede dar un paso más y transformar ese desafío en una oportunidad para un futuro mejor. La nueva amenaza a la paz que comenzó con la invasión de Rusia a Ucrania, que ya lleva un tiempo impensado, con muchas víctimas humanas y pérdidas materiales, con el consecuente desajuste en el intercambio comercial y en la provisión de energía, volvió a poner a los líderes políticos y empresariales frente a cambios que generan decisiones que cambian rumbos.

La adopción en el mundo empresario, de las nuevas tecnologías disruptivas con la transformación digital en el centro, se aceleró con la pandemia. Pero hoy corremos algunos riesgos: por un lado, que no se hayan aprendido las lecciones que nos dejó la situación tan atípica que se ha vivido, y volvamos a las prácticas anteriores sin ninguna mejora o cambio.

Es el caso de muchas organizaciones que vuelven la presencialidad absoluta, con la consecuente pérdida de talentos que valoran el equilibrio vida personal y laboral que pudieron vivir durante la pandemia. Otro riesgo es que, con el aumento del teletrabajo, muchas personas no hayan podido desarrollar las nuevas competencias que este entorno digital requiere y queden fuera del sistema.

Y esto trae también aparejada la falta de personal capacitado y un diferencial de retribución muy alto para quienes si pueden aplicar esos puestos de trabajo. Esto requiere por parte de los líderes empresarios decisiones relevantes y muchas veces disruptivas.

Considero que hoy la gestión empresarial, en particular la de los nuevos empresarios, emprendedores innovadores, tiene un fuerte compromiso con el tiple impacto y la necesidad de que la empresa sea un jugador que no sólo no atente contra el cambio climático, la sustentabilidad y la inclusión social, sino que tenga un rol proactivo y positivo promoviendo ya, desde su actividad central, y no solamente con acciones paralelas, estos valores.

Creo que la principal responsabilidad de los líderes empresarios debe ser siempre velar por las personas que forman sus organizaciones y por las comunidades donde están insertas, Y en este sentido veo cómo en el ecosistema emprendedor, el concepto de empresa con propósito, con impacto positivo, con valores éticos y ciudadanos está fortaleciéndose y cada día son más los emprendedores que se suman a esta tendencia. Asimismo, creo que se está gestando una nueva dirigencia empresarial que valora la libertad individual, la no dependencia del Estado, el mérito, el esfuerzo, la innovación, la creatividad, la agilidad, el trabajo en equipo, la tecnología como herramienta democratizadora y la colaboración, como motores de sus acciones y del progreso de sus empresas y consecuentemente del país

Y esto lo puedo comprobar en todo nuestro país. ¡Hay otra Argentina!