IAE Business School fue anfitrión del primer encuentro del Ciclo de Diálogo Estratégico impulsado por el Grupo de Fundaciones y Empresas (GDFE). Con la convicción de que el diálogo honesto es un punto de partida para transformar realidades, este espacio busca convocar a líderes de distintos sectores para reflexionar sobre los cambios que atraviesan al mundo y lo que estos nos exigen como sociedad. El encuentro se desarrolló bajo el lema “Nuevos marcos de referencia y visión de un futuro compartido” y el objetivo fue repensar colectivamente el rol de la inversión social privada en un contexto global cada vez más incierto, para diseñar estrategias que estén a la altura de los tiempos que vivimos.
El encuentro comenzó con las palabras de Javier García Moritán, director ejecutivo de GDFE, quien invitó a “habitar emocionalmente” el espacio. Reconoció la incertidumbre como un terreno fértil para el aprendizaje colectivo: “Estamos atravesados por marcos de referencia que se corren. Y frente a esa incertidumbre, el desafío es abrazarla y aprender unos de otros.” También se celebró el primer año de gestión de Gustavo Castagnino como presidente de GDFE.
Por su parte, Alberto Willi, profesor del IAE Business School, subrayó la importancia de crear comunidad en tiempos de cambio: “Cuando se rompe un marco de referencia, tenés que volver a hacer sentido sobre cómo te querés relacionar con lo que sucede”. Propuso que este ciclo sea un espacio para hacerse preguntas más que para buscar respuestas: “Desde nuestro lugar de privilegio, tenemos la responsabilidad de no solo ver lo que pasa, sino de cuestionarlo y generar nuevas formas de comprenderlo.”
¿Cómo estamos viendo el mundo?
La conversación principal fue moderada por Willi y reunió a tres referentes que, desde distintos ámbitos, compartieron cómo están interpretando los cambios actuales: Carolina Dams, decana de IAE Business School; Matías Campodónico, presidente de Dow Latam; y Mariana Schoua, CEO de Aconcagua Energía Generación.
Carolina Dams compartió su transición del mundo corporativo al académico y cómo ese recorrido la llevó a cuestionarse el verdadero sentido de educar. Dams reflexionó sobre el rol de la educación en tiempos de disrupción tecnológica y transformaciones sociales: “Educar no es un negocio. Es una inversión. Nuestro rol es formar personas con pensamiento crítico, con criterio, que no sean ciudadanos manipulables.”
A su vez, rescató la importancia de desacelerar, de volver a los fundamentos, a lo humano. Sostuvo que la inteligencia artificial debe ser una oportunidad para repensar el para qué de la educación, no un motivo para deshumanizarla.
Matías Campodónico abordó el contexto desde la perspectiva empresarial. Reconoció la fragilidad del paradigma globalista en el que se formó su generación y llamó a repensar las estrategias empresariales frente a un mundo en transformación, atravesado por tensiones geopolíticas y climáticas. Coincidió en la necesidad de volver a lo básico, con un liderazgo que busque impacto positivo y de la necesidad de reconstruir confianza en contextos de alta volatilidad: “Nuestra generación creció creyendo que el comercio internacional traería paz. Hoy vemos que eso no alcanza. Hay que volver a lo básico y construir nuevas certezas.”
Mariana Schoua, con más de 30 años en el sector energético, destacó el potencial transformador del sector y el compromiso que implica liderar un cambio con impacto positivo: “Tenemos la oportunidad de transformar nuestra industria y liderar el cambio que el mundo necesita. Ser conscientes de nuestro impacto es el primer paso para construir un futuro mejor.”
¿Qué está pasando en el mundo?
El periodista y escritor Joaquín Sánchez Mariño compartió su mirada sobre el escenario global, abordando temas como la polarización, las guerras y la necesidad de nuevas narrativas que generen sentido colectivo. Además, aportó su visión sobre cómo se cuentan —o no se cuentan— los conflictos actuales. Desde su experiencia cubriendo guerras y crisis humanitarias, se preguntó: “¿Cómo hacer que estos temas conmuevan y no se pierdan en el ruido? ¿Cómo narrar lo complejo sin caer en la banalización?”
Respecto al rol de las empresas frente a estos desafíos, Sánchez Mariño sostuvo que, cuando no está claro qué decir o quién debe decirlo, las organizaciones pueden empezar por actuar, incluso desde gestos pequeños pero consistentes, que generen redes de contagio positivo. Para él, lo importante es que las empresas tengan un deseo genuino de involucrarse, sin quedar atrapadas en la institucionalidad o la burocracia. “Hablar y hacer” no son caminos separados, sino formas complementarias de construir compromiso: “A veces, la transformación empieza con una acción pequeña, real y contagiosa.”
Este primer encuentro dejó en claro que estamos en un momento bisagra. Un momento que exige pausa, escucha activa y nuevas preguntas. Y que la única manera de darles respuesta es seguir construyendo espacios donde el diálogo estratégico permita trascender las urgencias y proyectar un futuro más justo, sostenible y compartido.
Fuente/Copyright: IAE Business School