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Startups con IA en el ADN: así se emprende en 2025

Estas empresas, que nacen con la inteligencia artificial en el centro de sus operaciones y de su cultura organizacional, están reescribiendo las reglas del juego. ¿Qué lecciones nos dejan aquellos que están emprendiendo con esta herramienta como socio fundador?
Publicado martes 27 de mayo

La inteligencia artificial (IA) no solo está transformando el mundo del trabajo sino también sus raíces más profundas: la forma misma de hacer una empresa. Al ofrecer nuevas ideas, la IA está desafiando los modelos tradicionales de crecimiento y de financiamiento. Y como esta historia se escribe al ritmo vertiginoso de la adopción tecnológica emerge un nuevo paradigma que invita a repensarlo todo: el de las llamadas startups nativas de IA.

Una startup nativa de IA es la que nace con la inteligencia artificial como componente central de su modelo de negocio. Es decir, no es una herramienta complementaria sino que conforma el núcleo de su producto, de sus operaciones y de su cultura organizacional. Si miramos el detrás de escena de este tipo de empresas podemos entender por qué tie- nen el poder de transformar la forma en que se crean y se hacen crecer los negocios en todo el mundo.

Primero, la escalabilidad. Las startups nativas de IA logran escalar con menos gente porque automatizan buena parte del trabajo. Una de las primeras funciones que suelen optimizar es la que antes requería muchos desarrolladores. Actualmente, en el arte del código, se puede hacer más con menos.

¿Qué emoción te asalta al mirar el futuro de tu empresa? Que se mueva como un péndulo entre los extremos del miedo y del entusiasmo dependerá del grado de entendimiento que tengas para utilizar la digitalización. ¿Me motiva incorporar IA para defenderme (automatizar tareas, reemplazar gente, bajar costos) o para impulsar la innovación y el crecimiento?

Los emprendedores de las startups nativas con IA tienen más motivos para abrazar el entusiasmo. Venciendo la resistencia a integrar tecnologías digitales con las actividades humanas y la cultura, la IA permite acceder a conocimientos especializados, más allá del nivel jerárquico, usando todos los datos disponibles.

La IA facilita la síntesis de datos dispersos y complejos, transformándolos en información útil. Así, se opera con estructuras menos jerárquicas, más "chatas", desde que empleados en roles de menos experiencia asumen responsabilidades estratégicas desde el inicio. Algo muy diferente de las clásicas áreas funcionales.

Los gerentes supervisarán los sistemas de colaboradores- con-máquina, pero las habilidades interpersonales tradicionales, lejos de ser menos necesarias, serán esenciales para colaborar eficazmente con la IA, ya que la intuición y el juicio del ser humano sigue siendo insustituible.

Estos nuevos estándares impactan también en los gobiernos y en los líderes de políticas públicas. Algunos ejemplos globales pueden ser empresas como la alemana Aleph Alpha, desarrolladora de soluciones de IA generativa y creadora de modelos para capacitar el sector público, con especial enfoque en la transparencia y en el trabajo del conocimiento.

Nuevas empresas operan de manera independiente de las grandes corporaciones tecnológicas estadounidenses y cumplen las regulaciones europeas de protección de datos. En América latina, por ejemplo, Torre.ai aparece como una startup colombiana cuyo objetivo es automatizar el reclutamiento.

Su plataforma utiliza múltiples tipos de IA e identifica automáticamente a los mejores candidatos a partir de cientos de fuentes: filtra, clasifica y entrega informes sobre cada postulante. Asimismo, crea un "genoma profesional" recopilando miles de datos en más de cien factores, información que se procesa mediante nueve tipos de IA para predecir la idoneidad de un candidato.

Emma, reclutadora virtual, fue diseñada para gestionar automáticamente a los talentos. Y en Argentina, algunas de las más conocidas son N5 Now (plataforma que conecta sistemas como CRM, pagos y cumplimiento normativo con herramientas de inteligencia artificial específicas para el sector financiero) y Kilimo (busca aportar a la eficiencia del riego agrícola combinando datos meteorológicos, satelitales y de campo para ofrecer programas de riego personalizados que permiten minimizar costos y tomar decisiones basadas en datos. Por su parte, Quix ofrece capacitación corporativa desarrollando cursos en menos de 48 horas y un tutor virtual que supervisa el aprendizaje. Ninguna de estas plataformas está únicamente en un solo país.

¿Cuáles son los desafíos? Si bien la IA puede democratizar capacidades, el talento técnico sigue concentrado en pocos hubs específicos. Pero el paso más importante no es técnico sino entender cómo aprender de sus emprendedores, quienes parecen empezar a reconfigurar no solo el modo de hacer negocios sino también el tipo de empresas por crear.

Fuente/Copyright: Fausto García - BAE