Revista Alumni

Cuando la pasión por la tecnología transforma a una constructora

Publicado viernes 22 de marzo de 2019

Con alma de emprendedor, Nicolás Ruggiero reconvirtió la empresa fundada por su abuelo

Cuando Nicolás Ruggiero se recibió de ingeniero civil en Rosario se preguntaba qué diferencia habría entre la manera de construir que utilizaban en Dubai y la de Argentina. Con los años se convirtió en el CEO de Ediliza, una empresa rosarina que fundó su abuelo y que para ese entonces se denominaba “Ruggiero”. Ahora, la compañía es un grupo de cinco empresas del rubro de la construcción. Nicolás no solo cambió el nombre de la marca sino que se encargó de transformarla aumentando los recursos tecnológicos en el trabajo diario al utilizar varios métodos innovadores y poco comunes en el mercado local.

“Algo distinto debe haber”, pensaba Ruggiero sobre Dubai no bien recibido de ingeniero. “Eso despertó mi curiosidad y comencé a presentar proyectos afuera. Una empresa de software de Silicon Valley me invitó a participar y a partir de ahí realizamos un convenio. El proyecto tenía que ver con tratar de adaptar esa tecnología a la idiosincrasia de países donde las cosas no estaban tan ordenadas y donde las mentalidades eran mucho más cortoplacistas”, explica.

Entre las cinco empresas del grupo, Ruggiero dice que la más grande y antigua es la constructora, donde fabrican aberturas de aluminio, realizan movimiento de suelos y poseen una unidad de negocios de gerenciamiento y consultorías de proyectos de construcción.

Sobre la evolución de la compañía, cuenta: “La constructora nació con mi abuelo en 1950 y tuvo un renacimiento grande en 2007 cuando dejó de ser una empresa contratista”. Cuando el Alumni comenzó a estar a cargo decidió realizar algunos cursos en Estados Unidos que finalmente generaron un boom a través de la implementación de tecnologías como el BIM, el Lean y el IPD. “El objetivo fue transformar la empresa para buscar herramientas de diferenciación y, a través de convenios con empresas de EE.UU., empecé a tomar cursos en Stanford y Berkley y a escuchar nuevas tecnologías como el BIM (Building Information Modeling), una metodología de trabajo colaborativa para la creación digital y gestión de un proyecto de construcción durante su ciclo de vida, desde su concepción hasta su demolición, donde el objetivo es centralizar toda la información del proyecto en un modelo de información digital creado por todos sus agentes”.

En Ediliza “argentinizaron” las tecnologías BIM, LEAN e IPD y desde 2010 empezaron de a poco a trabajar con ellas. “Funcionaban en Finlandia pero era extraño traerlo a la Argentina. Empezó a funcionar con muchísimos resultados en nuestros proyectos y clientes. Ahí la empresa tomó otro volumen. En 2007 cambió su razón social por Edilizia, antes tenía mi apellido”, cuenta.

La tecnología Lean tiene como objetivo la mejora continua, optimizar el todo, remover los desperdicios, hacer foco en el flujo, minimizar las pérdidas y maximizar el valor del producto final, diseñado conjuntamente con el cliente. La tercera tecnología por la que se diferencian es la IPD, que es un enfoque de gestión de proyectos que integra contractualmente personas, sistemas, empresas y prácticas como BIM y LEAN en un proceso que colaborativamente aprovecha los talentos y los puntos de vista de todos los participantes para optimizar los resultados del proyecto, evitando los conflictos de intereses con los contratos tradicionales. “IPD tiene que ver con lo legal, con armar contratos colaborativos y permite el traslado de información sin que la obra sea utilizada por una sola de las partes”, dice Ruggiero.

Cuando tomó las riendas de la empresa también decidió cursar el DPME del IAE; luego se interesó por el MBA: “Realmente me ayudó un montón en cómo encarar la innovación, me abrió el panorama para darme cuenta de todos los aspectos en los que se movía la empresa y a localizarme en lo que yo creía más importante para innovar”, explica.

En Edilizia trabajan 73 profesionales y un promedio de 150 y 200 obreros propios más subcontratados que se suelen utilizar en la construcción. En el directorio de la empresa está su padre, pero ningún otro familiar.

“Hoy la empresa está muy abocada al principal cliente que es el grupo Oroño de Santa Fe, estamos trabajando en cuatro sanatorios de alta complejidad en donde esta tecnología en países desarrollados es súper obligatoria en lo que es edificios sanitarios por la complejidad de instalaciones que estos edificios tienen”, cuenta.

Las tres patas tecnológicas en las que se enfoca Edilizia, dice el Alumni, están revolucionando el mundo de la construcción. “Desde 2010 a 215 se pensaba: ‘¿Qué está haciendo este flaco con esto?’. Fue duro, era bajar los brazos o no bajarlos porque era inversión de tiempo y de dinero y había algunas cuestiones que no salían tan bien. Fue no quedarme con el status quo, no quedarse con lo de ‘así es cómo lo hace todo el mundo y cómo hay que hacerlo’. Después de eso ganamos el premio a la constructora más innovadora del país al ser premiada por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP)”.

El Alumni también es fundador y actual vicepresidente del BIM FORUM Argentina, Miembro Fundador del Lean Construction Institute Argentina y fue elegido en 2016 como Joven Sobresaliente de la Provincia de Santa Fe TOYP 2016 por la fundación internacional JCI.