Revista Alumni

De ser el segundo empleado de Google en el país a vender su propia empresa a una multinacional

Joaquín Muro, EMBA 2009, fundó Frubis, una empresa de marketing digital, cuando apenas nacían las ventas por internet.
Publicado miércoles 9 de octubre de 2019

Joaquín Muro, EMBA 2009, fundó Frubis, una empresa de marketing digital, cuando apenas nacían las ventas por internet.

Joaquín Muro, EMBA 2009, no sabía qué quería estudiar cuando terminó el secundario. Empezó la carrera de Administración de Empresas en la UBA, pero desaprobó todos los exámenes y la abandonó. Trabajó un año en un quiosco, después empezó la carrera de publicidad en la UCES y, cuando se recibió, se fue un año a vivir a Irlanda, donde trabajó de mozo, de jardinero y vendiendo anillos.

Pero volvió a la Argentina, fue el segundo empleado que contrató Google cuando se instaló en el país y tuvo allí su descubrimiento profesional: el marketing digital, que recién se iniciaba en esa época. Vio una oportunidad en ese nicho y, después de tres años en el buscador, fundó su propia empresa, Frubis, que hace tres meses cumplió 10 años de existencia.

Abandonar la comodidad

Cuando tenía 25 años, el currículum de Joaquín no era el más atractivo; apenas tenía una experiencia profesional en marketing en American Express, que terminó cuando la empresa hizo una reestructuración con la crisis de 2001. Pero consiguió trabajo en una empresa que desarrollaba productos online e hizo un posgrado en la UCA que lo ayudó a reforzar el CV. En 2006, Google abrió su primera oficina en Buenos Aires y Joaquín fue el segundo empleado que contrató.

“Trabajé tres años en los cuales me especialicé en AdWords y me di cuenta de que quería vivir de esto. Fue un descubrimiento profesional”, relata sobre el sistema de ofrecer publicidad patrocinada a potenciales anunciantes.

“Miraba la cadena de valor de la industria y veía que no había agencias que utilizaran la publicidad online con el objetivo de vender; eran publicidades para hacer branding, para construir la marca. La publicidad online que conocemos hoy la hicieron crecer los anunciantes que querían hacer performance, medirla en términos de retorno. Google capitalizó eso: si alguien buscaba información sobre una multiprocesadora, el buscador le vendía a Falabella, por ejemplo, el anuncio con la oferta de este artefacto en cuotas. Era un match perfecto entre la intención del usuario y el anunciante”, explica.

“Mercado Libre y Falabella son parte de los anunciantes que hicieron crecer la publicidad online. Vi crecer esa situación, que en el mundo era un éxito y que acá en la Argentina no había ninguna agencia especializada en eso”, cuenta, sobre por qué decidió dejar la comodidad de Google y fundar su propia empresa, Frubis.

“Era un tipo de empresa que no necesitó capital, era yo con una computadora desde el living de mi casa. La barrera de entrada era baja en términos de costos, pero era alta para lograr que alguien te contratara. Por suerte, Falabella estaba en la búsqueda de un proveedor que hiciera esto y me contrataron. Fue el puntapié inicial, que me ayudó un montón”, indica.

“La empresa fue escalando de manera gradual. Primero nos mudamos a una oficina chiquita de dos ambientes, después a una más grande y después abrimos una sucursal en Colombia. Hoy somos 70 personas, trabajamos con empresas en general multinacionales, algunas a nivel regional, como BBVA y Falabella”, dice.

Empezar de nuevo

Hace cuatro años vendieron la compañía al grupo francés Publicis, pero Joaquín se quedó como gerente comercial. Ahora, sin embargo, está en proceso de dejar la empresa después de 10 años.

“Tengo dos hijos: una de un año y un varón de 5 años. Quiero repensar desde cómo quiero vivir, hasta qué quiero hacer”, reflexiona el Alumni de 40 años.

El IAE ocupó una parte central que le dio seguridad para emprender. “Google tenía un plan educativo muy interesante, que te apoyaba para estudiar. Venía de hacer mis estudios universitarios en dos carreras que habían sido muy livianas y quería someterme a algo más complejo y de más presión”, cuenta, acerca de cómo se anotó en el EMBA.

“Creamos un grupo espectacular, somos amigos y nos juntamos una vez por mes. Cuando terminé el IAE, empecé con la empresa. En NAVES presenté el modelo de negocios y pude conocer a mucha gente que había emprendido, que me ayudó a ser más optimista con el tema de emprender y que me dio un pantallazo general de todas las áreas involucradas en los negocios”, concluye.