Revista Alumni

“Orientar las organizaciones a los datos suena sencillo, pero es un desafío cultural gigante”

Guillermo Watson (DPME 2017) CTO y cofundador de Datalytics
Publicado martes 29 de enero de 2019

Guillermo Watson (DPME 2017) CTO y cofundador de Datalytics

–¿Qué es big data y por qué cada vez cobra más importancia?
–Big Data es usar datos para tomar decisiones y accionar de forma más eficiente. A través del uso de herramientas tecnológicas se permite el procesamiento de datos con el objetivo de inferir patrones de comportamiento de nuestros clientes, productos, competencia, etc., que permiten finalmente gestionar de forma más inteligente una compañía u organización.

Cobra particular relevancia en este momento por distintos factores. Por un lado, en un mercado hiper competitivo favorece a la eficiencia operativa, al permitir un mayor dominio y sensibilidad de los procesos operativos. Por otro lado, al estudiar el comportamiento de nuestros clientes, consumidores e inclusive nuestro negocio nos aportan una nueva visión que enriquece nuestro conocimiento y nos permite generar acciones mucho más específicas y, en consecuencia, mucho más efectivas.

–¿Cómo revolucionará esta herramienta el mundo de los negocios?
–En todos los niveles. Puertas adentro de las organizaciones, al trabajar con datos fácticos, permite la mejora continua de procesos y sistemas (“Lo que no se puede medir, no se puede mejorar”). El hecho de orientar las organizaciones a los datos (creando “Data Driven Companies”) suena sencillo, pero es un desafío cultural gigante en la mayoría de las organizaciones. Puertas hacia afuera, al revalorizar los datos como activos estratégicos, reinventa o directamente inventa nuevos negocios monetizando los datos.

–¿Cómo está posicionada la Argentina en este sector?
–Como país tenemos una deuda importante en términos de formación. Son disciplinas que se mueven muy rápido, donde la experiencia precede a la academia. Esta es una deuda en todos lados, pero que en Argentina en particular golpea duro. Es un mercado laboral todavía no desarrollado, invertido en términos de oferta y demanda de talentos, donde las empresas terminamos formando casi de cero a las personas. Aún, a pesar de esta escasez, el nivel argentino sobresale en promedio.

Por otro lado, si bien la adopción por parte de las empresas todavía es lenta, creció de forma exponencial durante los últimos años, dándole más visibilidad a la disciplina, exigiéndole más el mercado y, en última instancia, generando un círculo virtuoso en términos de capacidades y know-how disponible local.