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Relaciones sustentables empresa-sindicato para enfrentar la pandemia

Clarin.com | Roberto Luchi
Publicado jueves 23 de abril de 2020

Un eje clave de la competitividad de Argentina es la capacidad de la sociedad, en este caso empresas y sindicatos, de poder llegar a articular una agenda estratégica de trabajo que no quede limitada a la discusión salarial o de temas de coyuntura de corto plazo. Es decir, procesos sistemáticos y perdurables en el tiempo de trabajo conjunto, para lograr competitividad y empleabilidad. Este contexto lo han experimentado ya hace años países como Alemania, donde los sindicatos tienen una importante presencia dentro del mundo de los negocios, con representantes que incluso integran el directorio de algunas firmas.

En nuestro país, empresas y sindicatos tienen una realidad imperiosa de aprender a llevar una sana convivencia desde el momento que ambos están vinculados en el presente y en el futuro por marcos legales, historia política, y realidad socioeconómica de nuestro contexto. El carácter de largo plazo de esta vinculación vuelve imperativo encontrar fórmulas superadoras e innovadoras para el planteo de la relación a futuro.

Hoy más que nunca, es necesario que empresas y sindicatos puedan replantear sus paradigmas a fondo, “barajar y dar de nuevo”, para poder avanzar en un diálogo y trabajo conjunto de empleo sostenible y con competitividad. Y este cambio de paradigmas implica como condición sine qua non, dejar de ver a la otra parte como un adversario, y considerarlo como otro actor central dentro los distintos stake-holders que rodean a la empresa, con quien es indispensable construir escenarios de convivencia de largo plazo.

Los dilemas y conflictos a resolver para lograr una agenda sustentable son de por sí muy variados y de alta complejidad. No sólo surge el impacto social de la creación –o de la pérdida- de puestos de trabajo, sino el impacto de nuevas tecnologías en el diseño de la tarea, la empleabilidad sostenida, el desafío de atraer nuevas inversiones, la realidad del sector, la capacitación y entrenamiento, los beneficios sociales y la competitividad.

El desafío es grande y la garantía de éxito del proceso no solo es técnica. Requiere reforzar en ambos -empresas y sindicatos- la apertura mental, la sensibilidad y la comunicación efectiva.

Hoy nos enfrentamos como sociedad al desafío más crítico que hemos experimentado en nuestras vidas. Un enemigo invisible, el COVID-19, amenaza el bien más preciado que poseemos: la vida. Es esta circunstancia tan inédita e inesperada la que hoy nos exige más que nunca a alcanzar esta relación sustentable Empresas – Sindicatos. El consenso y cooperación será más que nunca el punto prioritario para enfrentar la pandemia y la crisis económica que trae aparejada. En medio de este contexto de incertidumbre, construir este consenso debe ser en las empresas una variable esencial de su agenda estratégica.

El camino no es fácil. Obligará a recorrer una hoja de ruta y un proceso que demandará varias etapas. Primero, un abandono de prejuicios y reseteo emocional de ambas partes, reflexionando experiencias del pasado. Segundo, alcanzar una clara visión compartida del futuro del negocio en contexto de COVID-19 y del obligado equilibrio a alcanzar entre rentabilidad y comunidad sustentable.

Recién entonces y como tercer etapa, se identificará la convergencia de intereses y se podrán pensar alternativas y opciones creativas para avanzar juntos en el gradualismo post-cuarentena, y en esquemas de trabajo y organización de mediano y largo plazo. Definitivamente, deberán combinarse nuevas variables en juego: reprogramación de turnos, incentivo a trabajar en más reuniones virtuales, la disciplina y respeto de reglas de distancia social, la aplicación de rutinas de testeo, el uso de barbijos, por sólo mencionar algunos ejemplos.

Parece paradójico, pero sin dudas la tendencia a trabajar en una sociedad más cooperativa, será para todos un legado fundacional de esta pandemia.

Roberto Luchi, es profesor y miembro del Centro Consensus (Negociación y Resolución de Conflictos), IAE Business School, Universidad Austral.