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Con una inflación ascendente y sin estabilización, Argentina afronta un año electoral

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Escrito por Noticias Industriales
Publicado viernes 21 de abril de 2023

En la edición de abril del IEM, Juan José Llach, profesor emérito del IAE Business School, analiza el escenario financiero y su impacto en el crecimiento global. Llach señala que a pesar que la pandemia ya quedó atrás empezaron a surgir otras amenazas, no sólo por la guerra de Rusia versus Ucrania, los quiebres de los bancos de primera línea y los disensos internos en casi todo el mundo.

El resultado de estas novedades financieras indica que habrá una desaceleración de la economía global. El FMI es más optimista en la forma en que ve sus nuevas proyecciones. En consonancia, el último The Economist del 15 de abril, tituló en su tapa “Riding High, the lessons of America´s astonishing economy”, soslayando la alta inflación que, sin embargo, está en claro descenso, desde un máximo de 9.1 en junio de 2022 anualizado 2022 hasta la muy baja de 5% en marzo de 2023.

Por otro lado, el profesor comenta «una buena noticia para el Cono Sur es la firmeza del precio de sus commodities, en especial, los granos gruesos (maíz y soja) y sus derivados. La moderación de la inflación y un crecimiento más rápido que el previsto seguirán dependiendo de que la guerra Rusia-Ucrania, al menos se estabilice y que el problema de algunos bancos no se transforme en una corrida bancaria generalizada. La gran pregunta es, más allá de la tecnología, ¿cuál será el motor de demanda que nos llevaría nuevamente al crecimiento?”.

El dólar sigue en pausa, pero con tendencia a devaluarse respecto al euro, pero tomar nota, la inflación bajando. Puede estar pesando la enorme deuda global, pública y privada, que se acerca a los 305 billones de USD y al 300% del PIB mundial. Esta deuda está, en su mayoría, nominada en dólares.

Por su parte, Eduardo Fracchia, director del área de economía del IAE, reflexiona sobre el plano económico nacional.

Fracchia sostiene que la economía argentina sigue estancada y la inflación es la protagonista. «No hay ancla para la inflación. La nominalidad está descontrolada. El mes de marzo, que suele ser estacional, cercano a 8% mensual, precede a un abril que parecería que también va a resultar en nivel alto. Estamos ante un proceso generalizado de aumento de precios con muchos rubros que van subiendo a la vez, se acortan los contratos y muchas variables se comportan indexadas. Estamos todavía lejos de una híper».

El frente fiscal es clave para monitorear. El FMI pidió para este año avanzar en tarifas y planes. Pareciera que con la sequía se complica la meta de déficit primario en 1,9%, pues el déficit global del año puede llegar casi a 5% del PIB, el 1,9% es probable que se replantee. Por otra parte, el cuasifiscal asociado a la dinámica de las leliq está en la zona del 6% del PIB. El desequilibrio fiscal es a nivel Nación pero las provincias pueden aportar lo suyo en el año electoral dados los gastos asociados a las campañas.

El nivel de actividad en descenso es una clara dinámica de estanflación. Algunos sectores con mayor protagonismo como el energético con el dato no menor de la culminación del gasoducto en unos meses que es una obra crítica. El cepo sigue firme con dólares financieros elevados pero a un ritmo menor que el de la inflación. La presión sobre las importaciones implica falta de abastecimiento de productos e incremento de los precios. Salir rápido del cepo luce peligroso, ya fue difícil en diciembre de 2015 y en este caso está más trabado y establecido que entonces.

La herencia es compleja para la nueva administración. Hay consenso en empezar pisando fuerte sobre el plano fiscal a diferencia de los inicios del gobierno de Macri donde hubo dureza en el frente monetario pero no en el fiscal. No habrá euforia, estaremos sin acceso a crédito. Se presume una corrección de tarifas y eventualmente una devaluación que pondría la inflación más alta en el primer semestre de 2024. Si hubiese mayor confianza se puede reducir la brecha”.

En el frente político, Eduardo comenta “Massa está perdiendo su capital por el desempeño de la macro, en especial la inflación. No está claro aún qué candidatos van a intervenir en la Paso del Frente de Todos. En Juntos hay una interna fuerte y un proceso lanzado hacia nuevos liderazgos por la decisión de Macri de no competir. El año político condiciona la marcha de la economía y a partir de las Paso el entorno se podría volver aún más complejo. Recordemos las Paso del año 2019. Hay que seguir monitoreando las variables y la escena política en un contexto donde un evento de mayor magnitud está cerca por la situación tan exigida de las Reservas Internacionales.”

En esta edición también participa el Centro de Estudio Tributarios de la facultad de Ciencias Empresariales, Universidad Austral, con la presentación del índice de performance del sistema tributario argentino.

El índice a nivel global sigue mostrando una tendencia decreciente (de 6,1 en 2005 a 3,8 en 2021), explicada por los problemas de déficit fiscal agravados en los últimos años, que refleja un sistema tributario con dificultades para cumplir sus objetivos. Comparando sus componentes desagregados con la OECD, Argentina tiene el sistema tributario más complejo de todos los países (al igual que año anterior), la mayor alícuota de impuesto a las ganancias de empresas (empeorando su posición debido a su incremento en 2021) y se ubica entre los 20 países con mayor déficit fiscal. Así, el sistema tributario argentino no cumple con el objetivo de cubrir el gasto público (suficiencia), y presenta una altísima complejidad que genera excesivos costos a los contribuyentes y compromete los incentivos al crecimiento y productividad (eficiencia).

Argentina presenta un elevado nivel de presión tributaria (29,8% en 2020), que se asemeja al de los países desarrollados, pero con una estructura sustantivamente distinta en diseño y objetivos; así y todo, la recaudación es insuficiente para financiar el gasto; y la elevada presión tributaria y gasto público conviven con un sistema tributario excesivamente complejo y con altos niveles de inflación.

Para finalizar, el economista investigador del IAE Business School, Martín Calveira aborda las proyecciones del mercado respecto a la inflación, ante la ausencia de un programa de estabilización.

“La inflación mensual minorista correspondiente al mes de marzo se situó en 7,7%, mayor registro desde octubre de 1990. En términos interanuales el crecimiento del índice de precios registró una variación de 104,3% y acumuló 21,7% en lo transcurrido del año. Las proyecciones del mercado respecto a la inflación permanecen en un régimen alto pero algo menor de lo que se está evidenciando en términos reales. Desde el relevamiento de expectativas de mercado (REM) del Banco Central se evidencia una variación interanual del nivel de precios de 107% para este año.”, asegura Calveira.

A su vez, repasa las principales variables: actividad económica, sector fiscal, sector externo, sector monetario y financiero.

Actividad económica

Las proyecciones de actividad se sostienen en un escenario contractivo

  • La actividad económica se retrae en un contexto de sostenimiento de la inflación e incertidumbre. Las condiciones para la actividad económica se traducen en que la estanflación permanecerá durante el todo el año en curso.
  • Las proyecciones de mercado respecto al crecimiento económico informan que el año 2023 presentará una contracción de 2,3%. En el contexto de año electoral, donde el impulso al gasto es un común denominador, el ritmo de caída se presentaría sustancialmente alto.

Sector fiscal

El desempeño fiscal ante el sostenimiento del déficit

  • La política fiscal expone un ajuste real y la necesidad de generar un de reordenamiento de las erogaciones corrientes. En ese sentido, el nivel de gastos reales se ajustó ante el crecimiento de precios.
  • Los ingresos fiscales vuelven a exponer un deterioro en relación a la dinámica inflacionaria. Ante el panorama de la actividad dada la persistencia de la recesión se espera un mayor deterioro en el desempeño de los ingresos fiscales.

Sector externo

El frente externo ante la desaceleración de las exportaciones y las tensiones cambiarias.

  • El desempeño comercial argentino sostiene su desaceleración en los primeros dos meses del año afectando el resultado del balance comercial. Durante el primer bimestre del año la dinámica exportadora sigue afectando el desempeño ante la necesidad de mayor oferta de divisas.
  • El tipo de cambio real (base 2010=1) registró una apreciación del orden de 2,5% en marzo respecto al promedio del año 2022. Mientras que desde la dinámica intermensual se observó una apreciación de 1,7%.

Sector monetario y financiero

Política monetaria sin efectos antes la inflación ascendente.

  • El panorama para la política monetaria intensifica el nivel de complejidad ante la ascendencia de la inflación y la contracción en la oferta de divisas. En este marco, la escasez de instrumentos y de poder de gestión se evidencian y dificultan aún más el accionar de la autoridad monetaria.

Las reservas internacionales brutas promediando el mes de abril registraron una marcada contracción mensual del orden de los U$S 1.836 millones. Asimismo, la contracción acumulada del transcurso del año se registra entorno a los U$S 7.374 millones.