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Veinte días para una economía en tensión

OPINIÓN
Martín Calveira
Publicado viernes 27 de octubre de 2023

BAE - Nota - Economía y Finanzas - Pag. 7

De no mediar declaraciones disruptivas de los candidatos que disputarán el balotaje, las tensiones cambiarias deberían aplacarse en el corto plazo, aunque nuevamente en una economía sin anclas ni programa, la descoordinación generalizada puede tener efectos no esperados. Serán veinte días hábiles en los cuales la intensidad de los desequilibrios pueden remarcarse o comenzar a matizarse, siendo este último escenario de baja probabilidad.

Se proyecta una economía con pocos incentivos para dinamizar la actividad a pesar de que muy probablemente se active un nuevo plan de emisión monetaria y represión tanto cambiaria como de precios. Sigue siendo peligroso el carácter aislado, procíclico y poco persuasivo de la política económica sobre la crisis económica. Contrariamente a lo esperado, parece agravarse.

En el corto plazo no se esperan gestiones efectivas sobre temas urgentes, como la brecha cambiaria, la dinámica inflacionaria, el desequilibrio en los precios relativos, el aumento del gasto público corriente y la persistencia de la dominancia fiscal sobre la política monetaria. Más aún, se sostendrán y posiblemente se profundizarán.

Son favorables las posturas menos radicales y de acuerdos que parecen implementar los dos candidatos. En este sentido, es claro que el mejor escenario sería llegar con un criterio de sostenibilidad. En el muy corto plazo, esto hace bajar la aceleración en la incertidumbre y, en consecuencia, las decisiones que advierten el potencial de mayores disrupciones, principalmente en el mercado.

A los fines políticos, la ampliación de la política de ingresos financiada con emisión monetaria parece haber tenido efectos favorables para el candidato oficialista.

No obstante, la ilusión monetaria que generan dichas medidas se evapora rápidamente y continuará impulsando aumentos de precios.

Es natural que, ante la profunda crisis económica, los sectores sociales que soportan un mayor deterioro perciban como una salida el incremento del asistencialismo, lo cual no se traduce en que estas medidas sean sustentables a nivel agregado sino que son impulsos inflacionarios.

Destacamos que la ausencia de una política antiinflacionaria no solo agrava el panorama sino que pone a la economía muy cerca de un mayor nivel inflacionario.

La herencia es claramente negativa con el potencial que podemos observar una mayor profundización de los desequilibrios.

El PBI tiene una proyección de caída de 3% para este año, hay un déficit fiscal primario que se proyecta por encima del 2%, hay desequilibrio de los precios relativos, hay una pobreza por encima del 40% y las reservas internacionales netas se ubican en torno de los USD6.000 millones.

* Economista investigador de IAE Business School