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El Economista

El desafío de crear valor ecosistémico en los sectores dinámicos

Dentro del contexto ecosistémico, es necesario el proceso de cooperación para el desarrollo regional y de la cadena de valor global.
Publicado lunes 11 de marzo

Argentina es uno de los líderes mundiales en los sectores de litio, shale gas y soja.

  • En litio, cuenta con 64 proyectos y 41 empresas, ubicándose como el segundo país en recursos, el tercero en reservas y el cuarto productor de litio mundial.
  • En shale gas, es el segundo depósito mundial y en soja, es el primer exportador y tercer productor mundial.
  • Además, los servicios basados en el conocimiento son el tercer rubro de exportación con más del 12% de las exportaciones y el país se encuentra entre los diez primeros del mundo en cantidad de unicornios (empresas que valen más de US$ 1.000 millones).

Sin embargo, ¿cuáles son las condiciones para que estos sectores sean la base productiva para un proyecto país con desarrollo integral sustentable?

La experiencia internacional nos enseña tres condiciones para que los sectores estratégicos sean el motor del desarrollo de un país.

  1. La primera condición es tener claro el propósito de proyecto país. El crecimiento económico es condición necesaria pero no suficiente para el desarrollo humano y social. El desarrollo basado en sectores estratégicos tiene como propósito no sólo el crecimiento económico, sino el desarrollo de capacidades y la creación de fuentes de trabajo arraigadas en una comunidad. Lo económico es la base; la felicidad, el propósito. En Argentina, la base falta para el 35% de los hogares, sumergidos en la pobreza. La pregunta clave es: ¿cuántas divisas, capacidades productivas y fuentes de trabajo generarán estos sectores estratégicos?
  2. La segunda condición es focalizarse en el contexto adecuado. Litio, shale gas y soja son el primer eslabón de cadenas de valor globales que realizan sus actividades localmente y están sujetos a vaivenes del precio internacional. El contexto adecuado, entonces, es el de la articulación sectorial y territorial para desarrollar y arraigar eslabones de una cadena de valor global en un ecosistema local diversificado. Esto permite el desarrollo mutuo de inversiones, capacidades humanas y conocimiento, fortaleciendo los vínculos de inversión directa y conocimiento externos para el desarrollo de capacidades regionales. Las preguntas clave son: ¿qué actividades de la cadena de valor global conviene, para beneficio mutuo de empresas y regiones, desarrollar localmente? ¿Cuál es la sinergia entre el sector estratégico y sectores locales intensivos en trabajo?
  3. La tercera y última condición es focalizarse en los procesos de cooperación entre gobierno, empresa y sociedad civil, incluyendo a las universidades. Los principales desafíos del sector estratégico no pueden ser resueltos individualmente. El desafío de lograr rentabilidad con cohesión social y mínimo impacto ambiental en las comunidades donde se llevan adelante las actividades de los sectores del litio, shale gas, soja y servicios basados en conocimiento superan las capacidades de las empresas, gobiernos y organizaciones de la sociedad civil consideradas individualmente. Entonces, dentro del contexto ecosistémico, es necesario el proceso de cooperación para el desarrollo regional y de la cadena de valor global.

La pregunta clave es entonces: ¿cómo cocrear valor ecosistémico en términos de rentabilidad, divisas, empleo, arraigo familiar y cohesión social? Las inversiones ya están comprometidas y varios proyectos están por ser aprobados. Sólo restan la inteligencia para ver la realidad y la voluntad para transformarla para el bien común de las comunidades locales y las cadenas de valor global.