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La apuesta de Cencosud por Carrefour hace temblar a todo el sector en Argentina

Para Cencosud -que actualmente opera 307 tiendas en Argentina bajo las marcas Jumbo, Disco y Vea- la compra significaría triplicar su presencia y consolidar una cuota de mercado superior al 40%, superando ampliamente a competidores como Coto (alrededor del 18%) y La Anónima.
Publicado miércoles 8 de octubre

Argentina vuelve a ocupar un papel central en los planes de expansión de Cencosud, uno de los grupos de retail más poderosos de América Latina. La compañía chilena, controlada por la familia Paulmann, analiza dar un paso decisivo que podría redefinir su posición regional: adquirir la totalidad de las operaciones de Carrefour en Argentina, un movimiento que, de concretarse, transformaría el mapa del consumo masivo en el país.

Sin embargo, la magnitud de la apuesta -y el contexto económico argentino- encienden luces amarillas entre analistas financieros e inversionistas.

El negocio, que se estima entre 800 y 1.000 millones de dólares, podría implicar una carga considerable sobre una estructura de deuda que ya supera los 5.200 millones de dólares.

El interés de Cencosud surgió luego de que Carrefour anunciara su intención de vender activos fuera de sus mercados prioritarios -Francia, España y Brasil- como parte de su estrategia de optimización global. En este proceso, Deutsche Bank asumió el rol de asesor financiero encargado de canalizar las ofertas, mientras que la lista de interesados se redujo a tres grupos: Cencosud, el argentino Coto, y el conglomerado local De Narváez.

La red de Carrefour en Argentina es enorme. La firma francesa cuenta con 706 puntos de venta distribuidos en distintos formatos: 81 hipermercados bajo la marca Hiper, 94 supermercados Market, 34 locales mayoristas Maxi y 497 tiendas Express, el formato de conveniencia que le da presencia en casi todas las provincias.

Además, la operación emplea a más de 17.000 trabajadores y mantiene una estructura logística consolidada, con centros de distribución en Buenos Aires, Córdoba y Tucumán.

Para Cencosud -que actualmente opera 307 tiendas en Argentina bajo las marcas Jumbo, Disco y Vea- la compra significaría triplicar su presencia y consolidar una cuota de mercado superior al 40%, superando ampliamente a competidores como Coto (alrededor del 18%) y La Anónima.

El atractivo de Carrefour radica en su escala y en la capilaridad territorial que logró construir en más de cuatro décadas de operación. No obstante, la rentabilidad del negocio ha sufrido un deterioro importante. Solo en 2024, Carrefour Argentina registró pérdidas por unos 220 millones de dólares, reflejo de la inflación desbordada, los controles de precios y el bajo poder adquisitivo de los consumidores.

"El potencial está en los activos, no en la salud financiera", resume el profesor Guillermo D'Andrea, del IAE Business School, quien advierte que "en Argentina hay que ser un gestor extraordinario para que una operación de este tamaño funcione bien".

El especialista sostiene que Cencosud conoce el terreno argentino, y eso podría jugarle a favor. La compañía lleva más de 30 años en el país y ha atravesado múltiples crisis sin abandonar el mercado, un comportamiento que muchos interpretan como una muestra de resiliencia estratégica.

El obstáculo más importante no parece ser operativo, sino financiero. A junio de 2025, Cencosud registraba una deuda financiera neta de 5.235 millones de dólares, equivalente a casi siete veces su Ebitda ajustado. Una adquisición del tamaño de Carrefour -si se financia íntegramente con endeudamiento- podría elevar peligrosamente su nivel de apalancamiento.

La clasificadora Moody's ya anticipó que un incremento sustancial de la exposición de Cencosud a Argentina tendría un impacto negativo en su calificación crediticia, considerando que el país mantiene una nota Caa1 con perspectiva estable, una de las más bajas de la región.

El riesgo soberano argentino es un factor que preocupa a los mercados. La volatilidad cambiaria, la inflación de tres dígitos y las restricciones a las importaciones generan un entorno poco previsible para una operación de capital intensivo. Además, la posibilidad de repatriar utilidades o girar dividendos al exterior es limitada, lo que complica la rentabilidad de largo plazo.

Desde que trascendió el interés de Cencosud, el precio de su acción en la Bolsa de Santiago cayó alrededor del 10,7% entre septiembre y comienzos de octubre, un reflejo del escepticismo de los inversionistas frente a una operación que podría comprometer la estabilidad financiera del grupo.

El analista Cristián Araya, de CASA Wealth Management, señaló que "el mercado percibe que Cencosud puede estar sobreextendiendo su balance. Si bien tiene una estructura de activos fuerte y presencia regional, una compra de este tamaño exige financiamiento externo en condiciones adversas".

Pese a ello, la compañía tiene antecedentes exitosos en materia de adquisiciones. En Brasil, logró consolidarse tras comprar la cadena Bretas; y en Colombia, integró la operación de Carrefour con buenos resultados. Esa experiencia podría ser un antecedente positivo para gestionar otra integración de gran escala.

Para algunos analistas, la apuesta de Cencosud debe entenderse dentro de una estrategia regional más amplia. Si logra concretar la compra, el grupo chileno reforzaría su presencia en los tres principales mercados del Cono Sur: Argentina, Brasil y Chile.

Además, ganaría una infraestructura logística que podría convertir a Argentina en un centro de distribución clave para el Cono Sur, aprovechando los puertos del Atlántico y la red vial que conecta con Uruguay y Paraguay.

Sin embargo, el panorama político y económico argentino sigue siendo un factor imprevisible. Con un tipo de cambio inestable y un consumo interno que muestra señales de contracción, el retorno de la inversión no está garantizado. "No se trata solo de comprar barato, sino de poder sostener el negocio en un entorno hostil", subraya un consultor del sector retail argentino.

El desafío de la familia Paulmann es equilibrar su ambición de crecimiento con la necesidad de mantener estabilidad financiera. Cencosud viene de un ciclo de inversiones intensas, incluyendo nuevas tiendas, centros logísticos y mejoras tecnológicas en Chile y Perú.

Si bien la adquisición de Carrefour podría posicionarla como líder indiscutido en el retail latinoamericano, también pondría a prueba su capacidad para integrar una operación compleja en un entorno de crisis.

En ese contexto, la estrategia de financiamiento será clave. Expertos prevén que la compañía podría explorar alianzas estratégicas o esquemas de coinversión para reducir su exposición directa, aunque aún no hay confirmaciones oficiales.

El desenlace de esta historia dependerá tanto del precio final como del modo de financiamiento. Si Cencosud logra estructurar una oferta sólida y prudente, la operación podría ser una jugada maestra que consolide su dominio regional. Pero si el endeudamiento se dispara sin un plan de rentabilidad claro, el negocio podría transformarse en una carga difícil de sostener.

En un país donde la estabilidad es más una aspiración que una realidad, el gigante chileno vuelve a poner a prueba su fe en el mercado argentino. Como decía Horst Paulmann, "Argentina es el país donde aprendí a rezar". Quizás, para sus herederos, esa lección vuelva a ser necesaria.