Revista Alumni

Compliance 2021: el lado oscuro de los negocios internacionales: riesgos y aprendizajes del mundo real

Publicado lunes 25 de octubre de 2021

Durante la última jornada del ciclo anual de compliance, el CEO de Front-Line Anti-Bribery LLC, Richard Bistrong, y Gustavo Morales Oliver, Partner de Marval O'Farrell, compartieron su perspectiva de las claves y consecuencias del buen y mal funcionamiento de los programas de ética y comportamiento.

Entre las distintas situaciones que pueden acontecer en materia de compliance, una de las más difíciles tiene que ver con enfrentarse a un hecho ilícito dentro de la compañía. Sin embargo, ese riesgo también puede traer enseñanzas de las que aprender.

Por eso, el CEO de Front-Line Anti-Bribery LLC, Richard Bistrong, compartió su historia personal en la que trabajó para una gran multinacional ​y fue atacado por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos en una investigación de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero y estuvo detenido por más de un año. Luego, se dedicó a brindar talleres y conferencias sobre la lucha contra el soborno, la ética y el cumplimiento.

Richard Bistrong

“Cuando trabajamos en entornos de alto riesgo, la tensión entre la presión para tener éxito y el cumplimiento es parte del crecimiento empresarial. Entonces, ¿por qué no hablar de eso?”, expresó Bistrong.

Por otro lado, reflexionó sobre las estrategias de las compañías sobre el compliance. “Los incentivos, las recompensas y las metas tienen efectos secundarios en el comportamiento. No queremos inducir a nuestra fuerza laboral a la deshonestidad con bonificaciones por desempeño”, analizó. Y continuó: “Pueden tener el programa de cumplimiento más bien intencionado del mundo, pero si su dirección tolera los atajos, cambia la cultura de la organización. Por eso el tono en la parte superior es tan importante”.

El componente que falta

“Hubo muchas empresas que vieron afectadas sus reputaciones, otras destruidas por errores. Tenemos que preguntarnos cuál es el componente que falta: la ética. Es decir, si las personas entienden sus implicancias y sus errores. ¿Piensan en los empleados inocentes?”, se preguntó el CEO de Front-Line Anti-Bribery LLC.

En este sentido, para avanzar en los mejores mecanismos de compliance, confió: “Cuando nos enfrentamos a situaciones ambiguas, tenemos que acordarnos de los valores. Tenemos las reglas políticas y los procedimientos, pero ¿estamos compartiendo el por qué? Hay que explicar que las reglas no están allí para que el trabajo sea más lento, sino para que todos tengan trabajo y bienestar”.

Según su visión, la estrategia para afianzar el área de comportamiento tiene que ver con establecer una cultura local. “Creo que, en cada empresa comprometida con el crecimiento, las personas se sentían en un entorno de tensión, incertidumbre, ansiedad. Esta tensión entre el éxito y presión por cumplir es algo natural, inherente del rol de la organización, pero no queremos que el mal comportamiento escondido detrás del buen desempeño en términos comerciales”, opinó.

El abordaje correcto

Por su parte, Gustavo Morales Oliver, Partner de Marval O'Farrell, compartió que “es fácil ver si el cumplimiento es una prioridad o se considera una función de apoyo al observar el programa de incentivos de una empresa”, pero ante todo consideró que el principal factor del éxito en el compliance de una organización es “elegir a las personas adecuadas para el trabajo”.

“Hay que entender las culturas diversas para tener un abordaje correcto. Es más allá de tener un programa. Hay que entender con qué estamos tratando. Mi principal sugerencia y es la que funciona en la práctica es decirles a las personas a lo que se exponen”, indicó.

Gustavo Morales Oliver

En tanto, alertó a las personas que si se exponen a un episodio irregular tendrán consecuencias a nivel personal. “La empresa va a continuar, pero su vida no. Hay una línea trazada que no va a ser la misma. No se va vivir de la misma forma. Hay que hablar sobre las personas, no solo sobre las empresas”, dijo Morales Oliver.

Y sobre la clave del éxito de los programas de comportamiento, insistió: “El driver principal para el compliance es elegir a la gente correcta. Todo tiene que ver con la gente. Parece muy sencillo, pero es lo más importante”.

“Las regulaciones son límites, también dentro de los programas de una empresa. Elegir la gente correcta es el primer paso siempre. El éxito debe ser medido por cómo está alineado con los objetivos de la empresa. Es decir: cómo el grupo en general define el éxito, ya sea la intención, las ganancias y la manera de hacer negocios”, cerró Morales Oliver. En coincidencia, Bistrong alentó: “Si los líderes del mundo están debatiendo compliance, eso es una señal muy buena. Eso quiere decir que están considerando qué pueden hacer y qué no”.