¿Cómo integrar tecnología sin perder la mirada humana? Bajo esa pregunta desafiante, el panel "IA en RRHH: ¿Amiga o enemiga?" reunió a destacados líderes de empresas tecnológicas durante el HR Forum 2025 de IAE Business School, organizado por el área de Alumni. Lejos de ofrecer respuestas cerradas, el encuentro dejó en claro que el impacto de la inteligencia artificial en el ámbito de Recursos Humanos es tan profundo como diverso y que su aplicación debe ir acompañada de una reflexión constante sobre sus alcances y limitaciones.
Pablo Poza, moderador del panel, profesor Tecnología y Operaciones del IAE, planteó la necesidad de comprender los mecanismos detrás de los modelos algorítmicos. “La ética de la IA no tiene que ver con si me trata bien o mal. Se trata de entender qué pasa dentro de la caja negra”, explicó. Hizo hincapié en la importancia de conocer los datos con los que se entrenan estos modelos, y en la responsabilidad de quienes los implementan para evitar que decisiones críticas queden delegadas a sistemas que operan sin supervisión.
Gustavo Waldfogiel, Chief Revenue Officer para Latinoamérica de SAP SuccessFactors, destacó que evitar los sesgos en la IA comienza desde la concepción del algoritmo hasta su puesta en funcionamiento. Además, expresó que su compañía trabaja con un código de ética basado en los principios de la UNESCO, que incluye directrices sobre protección de datos personales, seguridad y no discriminación.
“Desde RRHH se debe capacitar a todo el personal en el uso responsable de la IA”, señaló, y ejemplificó cómo los asistentes digitales ya permiten resolver de forma autónoma consultas frecuentes de los colaboradores, generando beneficios operativos para toda la organización.
Por su parte, Claudia Cañás, directora de Business Transformation en Oracle Argentina, señaló que hoy ya se utilizan herramientas de IA para agilizar procesos de selección, identificar oportunidades de carrera interna y planificar sucesiones.
También explicó que estamos transitando tres niveles de IA: el predictivo, el generativo y, actualmente, el de los agentes. “La IA propone, pero la última milla es siempre humana”, afirmó. “No me imagino a la IA resolviendo un conflicto gremial. La sensibilidad humana sigue siendo clave”.
En tanto, Ariel Lafuente, Sales Manager de Business Applications en Microsoft Argentina, sumó una mirada sobre el origen de los sesgos: “Los datos los brindan los humanos. Dejemos de echarle la culpa a la IA. Los sesgos son propios de quienes entregan la información”.
En ese sentido, recomendó conformar equipos diversos, monitorear los algoritmos y auditar sus transformaciones. También destacó las ventajas de la IA en el análisis de grandes volúmenes de datos, desde CVs hasta entrevistas multimedia, que permiten detectar patrones y predecir comportamientos clave para procesos de selección, desarrollo y promoción.
El panel coincidió en que la inteligencia artificial es una herramienta con enorme potencial para transformar el área de Recursos Humanos siempre que su implementación se guíe por criterios éticos, visión estratégica y una fuerte presencia humana en las decisiones finales. La tecnología, en definitiva, no reemplaza a las personas: las potencia.
Fuente/Copyright: IAE Business School