Nueva ley para la industria automotriz: ¿Cómo fue la hoja de ruta para la construcción de consenso?

Por Roberto Luchi y Sebastián Balsells*
Publicado viernes 30 de abril de 2021

Por Roberto Luchi y Sebastián Balsells*

En las últimas semanas han aparecido en distintos medios noticias sobre la Ley que el gobierno impulsará para el sector automotriz. Surgen temas como nuevas inversiones, la creación de un Instituto para la Movilidad, mejora de competitividad, desarrollo de proveedores locales, nuevos lanzamientos de modelos e inserción internacional.

Algo de aire fresco en un contexto complejo como el actual, con mucha incertidumbre y una sociedad muy golpeada por este inesperado contexto COVID que redefinió todas las reglas de funcionamiento a nivel empresarial y de la sociedad.

Desde el Centro CONSENSUS nos parece sumamente importante destacar como una muy buena noticia alcanzar el final de una hoja de ruta de trabajo que comenzó hace dos años. La promulgación de una Ley de estímulo al sector automotor sería la frutilla del postre pero de un postre que no surge por voluntarismos, ni vientos favorables ni tampoco por cercanía o amistad con el poder de turno.

Es el resultado de un proceso riguroso, metodológico, de gran compromiso de tiempo y de agendas de parte de los actores relevantes de la industria automotriz y todos los eslabones: terminales automotrices, sindicato, proveedores y concesionarias se sentaron a una mesa de diálogo común. Una experiencia similar al muy nombrado Pacto de la Moncloa pero enfocado en una industria específica.

En este proceso, el equipo de CONSENSUS mantuvo el rol de facilitador alineando visiones e impulsando la construcción de consenso estableciendo un ámbito de trabajo neutral y alentando el desarrollo de nuevas ideas. Se impulsó el debate y la reflexión asegurando la pluralidad de opiniones y visiones.

La agenda de trabajo específica fue definida por los actores que participaron del proceso. A partir de ella se conformaron mesas de diálogo, integradas por interlocutores estables que, en representación de todos los eslabones, definieron iniciativas y propuestas con vistas a dinamizar el sector.

Metodología

Como parte de la metodología propuesta, se relevó y sistematizó toda la información expuesta durante cada uno de los encuentros que se desarrollaron en el Campus del IAE. Además, se transcribieron los planteos, debates y conclusiones a las que se arribó en las mesas de diálogo y se elaboraron las minutas pertinentes que los participantes validaron en cada instancia para seguir avanzando con el proceso de construcción de consensos.

La primer reunión contó con la participación de las autoridades de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) y del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA). En los sucesivos encuentros se fueron incorporando diferentes actores —a quienes se les expuso lo actuado— que validaron lo realizado y, a su vez, aportaron nuevos aspectos para ser abordados en las mesas de trabajo.

Se destaca que el método que aplicó el Centro CONSENSUS se centró en que cada eslabón compartiera con el resto de los participantes un diagnóstico —desde su visión— representativo de sus intereses y necesidades, discerniendo entre las cuestiones que considere vitales, importantes y accesorias.

A partir de los contenidos compartidos por cada eslabón, se trabajó en un mapeo de divergencias y convergencias que permitió definir las prioridades sobre los aspectos a abordar. En alguno de esos temas se avanzó en la definición concreta de iniciativas y se establecieron ciertos compromisos respecto de su implementación.

Consideramos importante subrayar que cada encuentro y mesa de diálogo fue llevada a cabo bajo el mismo lema «La visión común del sector»; esa consigna tuvo como propósito enfatizar el objetivo común que se persiguió: promover el desarrollo del sector y que, en el marco de una política de estado, se declare a la industria automotor como estratégica para la producción argentina.

Tres premisas

De todas formas, para garantizar el éxito del proceso fue clave la aceptación por parte de los involucrados de tres premisas innegociables.

Primero, el objetivo era bajo una misma visión, alinearse para alcanzar lo mejor para la industria y el sector en el largo plazo. Teniendo que dejar pretensiones individuales de lado si esto afectaba la posibilidad de llegar a un acuerdo. En este sentido, los participantes de las mesas de dialogó definieron en conjunto y de forma consensuada la siguiente visión: “Un sector de clase mundial que se desarrolle en el nuevo contexto internacional atrayendo inversiones, produciendo y comercializando autopartes, vehículos, servicios de movilidad, nuevas tecnologías (motorización híbrida y eléctrica y a gas natural, en todas sus modalidades) y software —para toda la cadena— tanto para el mercado interno como, fundamentalmente, para la exportación”.

Segundo, el proceso de alcanzar una visión común y poder delinear propuestas y proyectos para una industria sustentable no era sentarse a tomar un café, ni esbozar ideas generalistas, ni tampoco asistir a las reuniones cuando otros temas prioritarios lo permitiesen. El compromiso era de prioridad absoluta a la asistencia a la mesa de diálogo y de cumplir con todas las tareas para el hogar que esto implicaba en términos de búsqueda de información, análisis de datos y cuantificación de resultados. En este sentido, la disciplina de los participantes fue un requisito necesario para el éxito del método implementado dado que fueron muchas las tareas que debían completarse entre reuniones y sólo con disciplina era posible cumplirlas cabalmente.

Tercero, y sumamente relevante es la construcción de confianza en la mesa de diálogo. Las partes involucradas en este proceso sentaron las condiciones de base indispensables para construir un consenso: colaboraron para la gestación de una confianza recíproca que se consolidó, paulatinamente, a partir de la transparencia y la rectitud de intención, de la veracidad en la presentación de los hechos, de la positiva disposición a comprender al otro -poniéndose en sus zapatos- y, cuando fue necesario, a desaprender para reaprender. También colaboraron asumiendo una actitud de apertura hacia los cambios de paradigma, que demandan tener una mirada de largo plazo que permita objetivar los problemas, y haciendo manifiesta su voluntad de construir senderos comunes a partir del valor que cada uno agregó.

Por otro lado, es importante destacar que ni el gobierno de su momento ni ninguna figura política tuvieron involucración en el proceso de elaboración de la visión 2030 del sector y solo tuvieron protagonismo al recibir la propuesta final de la mesa de diálogo y comenzar con el avance hacia la generación de una Ley. Esto fue sumamente relevante para preservar la pluralidad del proceso, limitar el desgaste por choque de ideologías y poder ir entonces desarrollando la virtud del dialogo como factor de avance y mejora en la sociedad.

Conclusiones

En resumen, construir diálogo y consenso en la sociedad no es una moda, ni menos una frase hecha, ni tampoco un voluntarismo. Es un proceso sistemático, ordenado y riguroso de avance desde las grandes divergencias iniciales de la mesa de diálogo a las convergencias finales.

Los miembros de Consensus nos enorgullecemos de haber colaborado con este diálogo y tenemos la ilusión de contribuir difundiendo hacia otros sectores productivos, interesados en recuperar competitividad y a relanzarse, la metodología que tan bien sirvió a la cadena de valor del sector automotor argentino. El caso planteado nos muestra que esto es posible en la Argentina y debe ser un espejo a imitar e intentar replicar por otras industrias y sectores. Pero es esencial que presten suma atención al método, las premisas y compromisos que hemos descripto anteriormente para evitar frustraciones de avance posteriores.

También el caso de la industria automotriz es excelente para que tomen nota todas las facciones políticas de nuestro país y faciliten a través del diálogo la construcción de una mejor sociedad hacia el futuro.

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* Roberto Luchi es Profesor IAE Business School y del Director Centro CONSENSUS

Sebastián Balsells es EMBA IAE Business School y Coordinador Ejecutivo Centro CONSENSUS