En el marco del ciclo de Economía y Finanzas 2025 de IAE Business School, organizado por la dirección de Alumni, el panel “Perspectivas macro” reunió el 28 de mayo a tres destacados economistas para analizar la coyuntura argentina y los desafíos de mediano plazo. Moderado por el profesor Lucas Pussetto, el espacio aportó una mirada integral sobre la marcha de la macroeconomía local en un contexto de flotación cambiaria y tensiones globales crecientes.
Una macro que busca su equilibrio
Milagros Gismondi, profesora de la Universidad Austral y economista en Cohen Aliados Financieros, destacó que la reciente flexibilización del cepo cambiario vino acompañada de señales fiscales y monetarias que ayudaron a mantener el tipo de cambio dentro de una banda informal. Señaló que, pese a la calma cambiaria, la balanza comercial sigue siendo un punto de preocupación para la competitividad. En su análisis, la acumulación de reservas será clave, especialmente de cara a las inversiones extranjeras y las revisiones con el FMI. “La revisión de junio probablemente no se cumpla, pero eso no es lo que más preocupa; lo relevante es si el esquema logra sostenerse hasta las elecciones”, afirmó.
En tanto, María Castiglioni Cotter, profesora en la UCA y directora de C&T Asesores Económicos, compartió una lectura optimista sobre la evolución de la inflación. Según sus relevamientos, mayo podría cerrar con una inflación por debajo del 2%, consolidando una tendencia de desaceleración tras el pico de marzo. Explicó que esta baja se debe, en parte, al arrastre estadístico y a una menor presión desde el tipo de cambio. “Los precios se están estabilizando y hay una convergencia general”, afirmó. A su juicio, tras el fuerte ajuste de precios relativos durante 2024, se empieza a observar una homogeneidad en la evolución de los precios. Sin embargo, advirtió que aún queda pendiente el desafío de desanclar el vínculo entre tipo de cambio e inflación.
También destacó como positiva la estrategia de remonetización en este contexto de mayor estabilidad. “La gente empieza a ver que sus dólares pierden valor y busca instrumentos en pesos que conserven poder adquisitivo”, señaló, en alusión a una incipiente recuperación de la confianza.
De cara al futuro, subrayó que las reformas estructurales —en especial, la tributaria y la laboral— serán determinantes para consolidar el cambio de rumbo. Pero advirtió que su implementación dependerá de la capacidad del nuevo Congreso para destrabar resistencias. “La clave estará en si (el Gobierno) logra sortear los obstáculos, especialmente en el Senado. Si eso se consigue, podríamos estar frente a un verdadero punto de inflexión”, concluyó.
Un contexto internacional menos favorable
Cerró el panel Fernando Marengo, Chief Economist en BlackTORO y profesor de IAE Business School, refiriéndose al contexto internacional. Señaló que el contexto global se ha vuelto más incierto, con un aumento histórico en los índices de incertidumbre internacional producto de guerras comerciales, desequilibrios externos en EE.UU. y una política fiscal expansiva.
Explicó que EE.UU. sostiene un déficit externo estructural, respaldado por la fuerte demanda global de dólares, pero dentro de un entorno de tasas de interés en alza. Para Marengo, la combinación de desequilibrios económicos y tensiones geopolíticas elevan el riesgo a nivel global.
En relación con el riesgo país, destacó que, a pesar del inédito superávit fiscal actual, los niveles siguen elevados por dos razones principales: el historial de reestructuraciones de deuda y el riesgo político. Para empezar a reducirlo, subrayó la importancia de acumular reservas: “El tipo de cambio ya está estable, no es hoy la preocupación. Lo crucial ahora es que Argentina empiece a comprar dólares. Hace falta una señal fuerte de acumulación de reservas”, remarcó.
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Fuente/Copyright: IAE Business School