El tercer panel de la jornada, titulado “Sector energético: Acuerdos estratégicos para potenciar un motor del crecimiento”, reunió a referentes del sector privado, de las cámaras empresarias y del ámbito público: Ricardo Markous, CEO de Tecpetrol; Jorge Vidal, managing director de SLB (Schlumberger) para Argentina, Bolivia y Chile; Gabriela Marcello, directora ejecutiva de la Cámara de Servicios Petroleros; y Daniel González, secretario de Coordinación de Energía y Minería del Ministerio de Economía.
Moderados por los profesores Roberto Luchi y Alejandro Zamprile, los expositores coincidieron en que el potencial de Vaca Muerta es extraordinario, pero advirtieron que solo podrá convertirse en motor de crecimiento si se construyen consensos de largo plazo que trasciendan gobiernos y coyunturas.
Markous fue contundente al señalar que Argentina cuenta con reservas de gas para 150 años y de petróleo para 75 años al nivel de demanda actual. Destacó que existe conciencia política sobre la oportunidad que representa Vaca Muerta, pero alertó sobre los riesgos de la macroeconomía y de la presión impositiva. “Si todos los sectores quieren sacar un bocado, no va a alcanzar. Vaca Muerta es extraordinaria, pero no va a salvar al país por sí sola. Necesitamos reglas estables, inversión a gran escala y una visión de largo plazo”, advirtió.
Desde la gestión pública, González subrayó que el país no ha logrado todavía convertir el potencial en resultados concretos. Recordó que la Ley de Hidrocarburos nació con la idea de administrar la escasez y que hoy el desafío es optimizar la abundancia. “Podríamos estar produciendo mucho más. Mientras en otros países se alcanzan millones de barriles, aquí apenas llegamos a 500 mil. Nos falta un verdadero consenso para transformar la oportunidad en política de Estado. No alcanza con decir ‘qué buena oportunidad’: necesitamos acuerdos básicos sobre cómo desarrollarla”, afirmó.
Vidal resaltó los avances logrados en los últimos años a pesar de las restricciones macroeconómicas y de infraestructura, destacando la inversión en servicios y tecnología que su empresa y otras del sector han realizado en la cadena de valor. “Nadie discute la potencialidad de Vaca Muerta. En los últimos dos años hubo un avance fenomenal que nos permitió traer equipos, optimizar recursos y concentrarnos en lo que sabemos hacer. Pero lo que falta es previsibilidad a largo plazo y una mesa más amplia de consensos”, señaló.
Marcello, desde la representación de los proveedores de servicios, coincidió en que la clave está en garantizar un marco estable y reglas claras que permitan sostener la inversión en toda la cadena de valor. Recordó que el desarrollo energético genera empleo de calidad y derrame en múltiples sectores, y que la coordinación entre empresas, Estado y sindicatos es imprescindible para dar el salto de escala.
En la parte final del debate, los panelistas discutieron la hoja de ruta necesaria. González insistió en la importancia de acuerdos en todos los niveles para alinear intereses y prioridades. Markous enfatizó que cada actor debe cumplir su rol: el Estado debe hacer las obras y generar condiciones, y las empresas deben invertir y producir sin ser objeto de exigencias desmedidas. Vidal, retomando lo planteado en paneles anteriores, concluyó que es imprescindible un Plan Maestro que dé previsibilidad y estabilidad.
Este panel cerró la Jornada Consensus 2025 organizada por el Centro de Negociación Consensus y la dirección de Alumni del IAE, con un mensaje claro: la energía puede ser uno de los motores del crecimiento argentino, pero solo si se alcanzan consensos estratégicos que conviertan el potencial de Vaca Muerta en una política de Estado sostenida en el tiempo.