Revista Alumni

Alumni Meet: La importancia de gestionar los riesgos como una parte más del negocio

Publicado jueves 22 de abril de 2021

Lucas Méndez Trongé contó su experiencia como exportador cítricos al mundo: sufrió un episodio de alto impacto e implementó un sistema para gestionar riesgos en su compañía

Después de encontrarse con una situación que podría haber salido de la escena de una película, la compañía citrícola San Miguel cambió la manera de organizar sus prioridades. Ante un problema que los tomó desprevenidos, los integrantes de la firma implementaron un modelo de risk management para prevenir y gestionar las complicaciones.

La empresa de cítricos San Miguel es una de las principales exportadoras del rubro. Comercializa frutas frescas -limones, mandarinas, naranjas- y productos industriales como jugos, aceites o cascaras deshidratadas. Tiene operaciones en Tucumán, Buenos Aires, Uruguay, Sudáfrica y Perú, pero en 2013 sufrió un episodio de alto impacto.

“Nos enteramos por nuestro despachante en la Aduana de Róterdam que habían encontrado droga en unos contenedores de jugo que habían llegado desde Argentina”, contó Lucas Méndez Trongé, director de Relaciones Institucionales de San Miguel, en un diálogo con el profesor Lorenzo Preve en el marco de un Alumni Meet.

Lucas Méndez Trongé

“El despachante nos dice que era habitual que se contaminara la mercadería. Se disparó toda una investigación penal, con lo que nuestro directorio estaba sumamente preocupado”, continuó Méndez Trongé.

A partir de allí, en la compañía se desató una investigación que requirió de entregar información, filmaciones y demás, pero sirvió para repensar la estrategia de organización. “Fue una situación estresante, pero pensamos en qué podíamos hacer para mitigar o atenuar esta situación y si esto podría volver a pasar”, recordó.

De esta forma, en San Miguel decidieron confeccionar un sistema de gestión de riesgos, que aún sigue en marcha. A través de este organigrama, se calificaron los riesgos en cuatro grupos: estratégicos (competidores, nuevas tecnologías, nuevos modelos de negocios, cambios demográficos, cambios culturales, preferencias del consumidor), políticos (cambios regulatorios, huelgas, expropiación, activismo, sanciones no formales), financieros (tipo de cambio, tasa de interés, liquidez, inflación, precio) y operacionales (rotura de maquinaria, disminución de calidad, perdida de información clave, daños de planta, ambientales).

El sistema le permitió a la empresa identificar puntos débiles y conocer las preocupaciones que pueden aparecer en distintas áreas. “El ejercicio fue ver cuáles de esos riesgos nos podían afectar más en términos de dinero u operación y que efectivamente pudieran ocurrir con una probabilidad alta en cualquier momento”, dijo el director de Relaciones Institucionales de San Miguel.

“Después teníamos que pasar a la siguiente fase, que tiene que ver con hacer el seguimiento de los riesgos. Identificación, definición, diagnóstico de los riesgos y sus determinantes para pasar al abordaje de riesgos, es decir, las estrategias, líneas de acción, la conformación de un comité de riesgo y la implementación del modelo”, describió.

Reuniones semanales

Posteriormente, en San Miguel abordaron reuniones semanales en que se revisaba cuál era el estado de cada riesgo, que podía ser desde crítico a normal, se identificaron los 10 riesgos más importantes de la compañía para saber qué eventos podían suceder y luego evaluar qué decisiones tomar.

“El objetivo era ponernos por delante de los conflictos, mitigar y protegernos del impacto de esos riesgos en la organización. Cuando le dedicas bastantes horas, te ayuda a estar mejor organizado para cuando pasan temas como la pandemia”, consideró.

Sobre el impacto de la pandemia en su firma, Méndez Trongé reconoció que, si bien no dimensionaron lo que sucedería, permitió a que la organización estuviera preparada para conformar equipos y afrontar una situación. “Nuestra actividad fue esencial en todos los países. Los protocolos para la actividad los hicimos en cuatro países y no tuvimos ni un día de paro por el tema pandemia”, indicó el directivo. E insistió: “Es una consecuencia de haber tenido un modelo de riesgo en marcha”.

“Es un sistema que hace que no dependas de un ‘héroe’ que sepa de todo, sino que permite actuar frente a cualquier situación que se pueda desencadenar. Así pudimos seguir cumpliendo con nuestros compromisos”, finalizó Lucas Méndez Trongé.