Revista Alumni

Cuatro pilares en los cimientos del IAE

Los profesores D’Andrea, Perkins, Carrera y Paladino son conocidos como los fundadores del IAE
Publicado miércoles 26 de diciembre de 2018


Los profesores D’Andrea, Perkins, Carrera y Paladino son conocidos como los fundadores del IAE

No hay un solo Alumni del IAE que no invoque cuatro nombres cuando se le pregunta qué profesores fueron determinantes en su paso por la escuela de negocios. Casi como una línea de cuatro defensores, la formación sale de corrido: D'Andrea, Perkins, Carrera y Paladino.

A los cuatros académicos se los conoce como los fundadores del IAE completamente argentino, que ingresaron en la institución con apenas 25 años, en 1980, para reemplazar a los profesores catalanes, que viajaban cada año desde España para enseñar en lo que fue el primer programa de alta dirección en Buenos Aires.

“El IAE nació con cero de todo: no había profesores, ni había sede; solo estaba la posibilidad de hacer un curso como el que se hacía en el IESE Business School de Barcelona, con 13 académicos de allá que venían a la Argentina. Así comenzó el programa, en 1978, con 40 alumnos que se convocaron”, recuerda José Luis Gómez López Egea, que fue parte de esa primera camada que recibió las clases en lo que hoy es el hotel Palacio Duhau.

Pero a medida que transcurrieron los primeros cuatro años del programa, y a medida que aumentaba el interés empresarial, la disyuntiva estaba entre seguir importando profesores o comenzar a formar académicos propios.“Había muchas opiniones encontradas, porque se decía que si dejábamos de traer profesores de Europa, el programa iba a perder su encanto. Ahí fue importante el consejo que nos dio el español Pedro Nueno, profesor del IESE: ‘Estas jugando el futuro, si tú no formas profesores locales pronto el IAE desaparece’. Pero mucha gente no creía que pudiésemos formar rápidamente a nuestros profesores. Ponían en dudas si el IAE podía sustituir al IESE por su propia cuenta. Por eso la importancia de estos primeros cuatro profesores”, enfatiza José Luis.

La universidad contaba con profesores, pero no habían sido formados en “la metodología del caso”, que era innovador y completamente distinto a los demás cursos académicos. “Los profesores típicos contaban cuál era el problema de una empresa y después se analizaba la solución. Con este programa, lo novedoso era que los alumnos eran los que debían encontrar el problema en base a los hechos del caso que se les daba: si uno define mal el problema después la solución no vale. Por eso la metodología del caso nos obligó a formar profesores nuevos”, explica José Luis.

Así se decidió lanzar el máster de negocios, a parte del programa de alta dirección, para atraer gente joven, que hubiera tenido ya una primera experiencia profesional y que después pudiera convertirse en profesor. De esa primera camada de 20 alumnos, en 1982, participaron Guillermo D’Andrea, Marcelo Paladino y Guillermo Perkins.

“Alejandro Carrera ya tenía el máster hecho en el IESE, se puso en contacto con nosotros y fue el primer profesor nombrado. Los cuatro comenzaron a darclases al poco tiempo de recibirse. Al comienzo los probamos para ver si tenían vocación para ser profesores y para ver si les gustaba dar clases. Estaban muy entusiasmados. A pesar que les pagábamos muy mal en ese entonces, vieron que había futuro. Estaban motivados además por las cosas que hacían. Tenían buenos resultados y los alumnos quedaban muy contentos, que es una forma de motivación más importante que la económica”, dice José Luis.Cuando ya estaban seguros que el profesorado sería su destino, elIAE los envió a Barcelona para hacer el programa doctoral y así sumar prestigio académico.

No conocieron el verano por dos años, ya que pasaron seis meses en Buenos Aires dando clases y la otra parte del año en España, cursando el doctorado.“Gracias a ellos cuatro empezamos a sustituir los profesores que venían del IESE, que eran profesionales de mucho prestigio y con más de 25 años experiencia, por gente joven argentina con menos trayectoria. Fue la gran conquista de los años 80. Hubo que hacerlo de manera lenta. Muchas personas querían que siguieran viniendo los profesores de afuera, pero fuimos mostrando que en el país hay capacidad para formar académicos”, recuerda José Luis, con orgullo de haber tomado la decisión de apostar por lo nacional.

“En la Argentina había buenísimos profesores, pero nosotros teníamos claro que para los programas de alta dirección había que tener académicos formados desde el arranque con el método del caso, que era el núcleo de la novedad educativa”, agrega.Actualmente, Guillermo Perkins es un referente para los ejecutivos de empresas familiares, mientras que Guillermo D’Andrea es el especialista en temas comerciales, de retail y management.

Por su parte, Alejandro Carrera es el estratega que analiza la política general de las empresas y Marcelo Paladino, el que ayuda a reflexionar sobre el rol y el sentido de la empresa en la sociedad.


“Ellos fueron claves para que el IAE permaneciera en el tiempo y se fabricase en la Argentina. Esta es la importancia principal que tiene el grupo. Cada uno se fue diversificando en sus temas, pero comparten el mismo origen de poner todo su entusiasmo para que la institución tenga el prestigio de las escuelas de negocio más importante del mundo”, concluye José Luis.