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La Prensa

¿Quo vadis Brasil?

LA MIRADA GLOBAL
Por Eduardo Fracchia
Publicado lunes 24 de octubre de 2022

El país más grande de la región latinoamericana se encamina a una elección clave que enfrentan nada menos que a Lula con Bolsonaro en la segunda vuelta. El contexto de estos comicios son varios cambios de gobierno a nivel mundial donde suelen perder los oficialismos con la novedad reciente del nuevo gobierno italiano y ante la inminencia de los comicios de medio término en Estados Unidos donde parecería que perderán los demócratas liberando el campo de juego para Trump.

La región viene votando centroizquierda en la pospandemia. El mapa latinoamericano obedece a ese color político ideológico. Bolsonaro es una excepción por su extremo ideológico en la región, para algunos una suerte de Trump tropical.

En el contexto más general sobresalen las tendencias autocráticas en el mundo, el retorno de la inflación a dos dígitos muy bajos, que se está combatiendo con tasa de interés mayores. Sobre todo la guerra, que es el cisne negro de 2022 domina la escena.

La campaña electoral ha sido intensa, Bolsonaro incluso asusta diciendo que va a impugnar los comicios por irregularidades. Lula le lleva distancia y va cómodo a ganar. La única encuesta que vale es la de la elección. Ciro Gomes, que fue cuarto en el primera vuelta con 7 y es más de centroizquierda, lo reforzaría en la segunda vuelta.

Lula, un verdadero animal político, fue perdedor serial en las presidenciales. Finalmente se impuso en el 2002 con 61% de los votos. El ciclo de commodities lo favoreció y desarrolló un proceso de crecimiento con equidad. Bajó fuerte durante su gestión la pobreza, mejoró algo la distribución. Su heredera política, Dilma Rousseff, no logró los goles de su maestro. Con Lula, Brasil creció al 4%; con Dilma en promedio se creció cero y el gobierno terminó muy complicado con episodios de corrupción que inculparon al mismo Lula, que fue preso y no pudo competir cediendo la candidatura a Hadad.

Ganó las lecciones Bolsonaro, quien se presentó como el abanderado de la anticorrupción dispuesto a limpiar el sistema. Su gobierno afectado por pandemia tuvo el tradicional rebote de recuperación, no se creció mucho, la línea económica la viene llevando Guedes, PhD por Chicago, ortodoxo fiscal que impulsó la independencia del Banco Central.

La inflación, salvo los tiempos recientes de contagio internacional cuando escaló, siguió baja después del éxito de Fernando Cardozo con el Plan Real a mediados de los "90. Guedes rescata en su discurso algunas privatizaciones durante su gestión y el esfuerzo consistente por una política ortodoxa con aliento al sector privado.
El domingo se eligieron diputados en una cámara inmensa, es un Congreso con bajo porcentaje de mujeres, con tradición de lobby, con una cultura especial que debe ser modernizada y desafiada para que sea funcional a la democracia. Le fue bien a Bolsonaro.

PROGRAMAS

¿Qué es lo que ofrecen los candidatos en esta crucial elección que puede volver a poner a Brasil en la senda del crecimiento con equidad con mayor protagonismo de una industria que viene hace décadas declinando en términos relativos?

Por el lado de Bolsonaro vemos una derecha populista afín a Trump. Una admiración por los gobiernos militares, en especial el del golpe del "64. Es un enfoque anticorrupción que se apoya en el credo evangelista, fuerte en Brasil. Es un país católico pero el pentecostalismo ha crecido desde los "70 con vigor. Bolsonaro era un personaje oscuro en el Congreso que se supo posicionar como outsider del sistema ahora buscando más electorado femenino.

De ideas liberales en economía, muy duro con Argentina por su orientación kirchnerista de izquierda. Bolsonaro se apoyó fuerte en los militares de menor prestigio que en otros países de la región.

Lula ofrece relacionamiento internacional, sensibilidad popular, experiencia en programas sociales, éxitos como policy maker, sensibilidad a los temas de medioambiente que se han maltratado aparentemente en la Amazonia.

En cuando al país, la inflación hace casi 30 años que está en un dígito, y el desempleo se ubica cercano al 11%. Un coeficiente de Gini elevado en 0.53 afín a la región más desigual del planeta, Latinoamérica. La cuenta corriente del Balance de Pagos es negativa en forma estructural. El nivel de deuda pública es alto e iguala al producto; un nivel de gasto público elevado por encima del 40% respecto al PIB; un nivel de exportaciones relativamente bajo de 17% respecto al producto.

Esta economía cercana a los 10.000 dólares per cápita está diversificada en agro, industria y servicios. El sector agropecuario ha crecido más, la industria viene perdiendo protagonismo, la realidad de servicios es heterogénea. Las empresas de Brasil han salido poco al exterior, les falta inserción internacional.

CONCLUSION

Como conclusión, el gran desafío para Brasil es que debe mejorar mucho la competitividad medida por el índice WEF. Esto supone mejora institucional, reducir los niveles de corrupción, disminuir la inseguridad, impulsar la infraestructura.

El país del futuro, como decía el famoso escritor y médico Stefan Zweig, se prepara para las elecciones. Esperemos sea la locomotora de la región. Por tamaño e historia le corresponde. Las proyecciones de la elección son enormes, esperemos que Lula no gaste prestigio en fomentar la triada Cuba-Nicaragua-Venezuela que son la vergüenza de la región por su estilo autoritario, violatorio de los derechos humanos. Esperemos que Lula pueda bajar la polarización existente en un país muy dividido por factores de ingreso, educación y salud.

* Catedrático de la Universidad Austral.