El jueves 23 de octubre por la mañana el Parque de la Innovación recibió a académicos, empresarios y funcionarios en una jornada organizada por el Centro Conciliación Familia y Empresa (CONFyE) de IAE Business School, en la que se presentó la VIII Guía de Buenas Prácticas «Hacia una transformación laboral con sentido familiar y social». La apertura estuvo a cargo de Carolina Dams, decana de IAE Business School, y Andrés Watson (Guayerd), seguidos por la presentación de la Guía a cargo de Patricia Debeljuh, directora del CONFyE, y palabras de Daniela Salgado (Universidad Panamericana de México).
Luego, Luis Guastini (ManpowerGroup) subrayó que el mundo laboral atraviesa un momento de creciente polarización, marcado por los impactos de la pandemia, primero, y después, de la irrupción tecnológica y la incertidumbre geopolítica. Estos factores generan un enfrentamiento entre dos realidades: por un lado, las empresas, presionadas a ser productivas e innovadoras, y por otro, los empleados, que hoy buscan no solo un salario, sino bienestar y propósito en su trabajo. Guastini destacó que más de la mitad de los trabajadores reportan estrés laboral y que ocho de cada diez consideran que sus empleadores podrían hacer más para fomentar su bienestar, mientras que el 50% de los jóvenes planea cambiar de trabajo en los próximos seis meses. Según su perspectiva, las empresas que triunfan son aquellas que integran productividad y bienestar. Ante este contexto, enfatizó la importancia de generar comunidad, como lo hace el Centro CONFyE a través de su Club IFREI, y compartir buenas prácticas para transformar a las organizaciones en espacios más humanos y sostenibles.
A continuación, Clara Muzzio, vicejefa de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, puso el foco en la caída de la tasa de natalidad y sus implicancias para el futuro de la ciudad y del mercado laboral. Señaló que “los niños son el recurso más preciado” y que la sociedad debe replantearse cómo apoyar a las familias, ya que ni la conciliación trabajo-familia ni los incentivos fiscales parecen revertir esta tendencia. Muzzio advirtió sobre una cultura urbana “anti-niños”, donde la maternidad se percibe a veces como un obstáculo profesional, y destacó la necesidad de que empresas y academia incluyan estos temas en la agenda pública. También celebró el trabajo del IAE por poner a las personas en el centro y enfatizó que transformar esta realidad requiere un esfuerzo cultural amplio, más allá de la acción del Estado, fomentando el diálogo y la reflexión sobre cómo construir una sociedad que valore a las familias.
Flexibilidad, confianza y productividad
El primer panel, moderado por Magdalena de la Serna, abordó la relación entre flexibilidad, confianza y productividad. “Hay estudios que muestran que los latinoamericanos somos las personas más desconfiadas del mundo”, arrancó contando De la Serna y sostuvo que “existe una relación de interdependencia y reciprocidad en la relación entre confianza y flexibilidad en el ámbito laboral”.
Jorge Payró (Red Hat) destacó que en un entorno donde el cambio es la única constante, liderar con flexibilidad implica construir una cultura interna basada en la confianza mutua y la adaptabilidad. Señaló que las organizaciones deben funcionar en un estado continuo de prueba y aprendizaje, donde las mejores ideas prosperan independientemente del cargo de quien las proponga. Según Payró, comprender de manera integral las aspiraciones de los colaboradores no solo fortalece el compromiso, sino que se traduce en atracción de talento, en vez de tener que enfocarse en estrategias de retención.
Por su parte, Valeria Cachaldora (YPF) resaltó que la confianza en el ámbito laboral combina emoción y técnica, y se construye ofreciendo oportunidades de desarrollo concretas. Mencionó el programa de la compañía que permite a colaboradores, principalmente mujeres, formarse en las mejores universidades del mundo acompañados de sus familias, como un ejemplo tangible de cómo generar confianza. Subrayó la importancia de la personalización, el uso de evidencia y el trabajo en comunidad, y destacó la academia interna de datos e inteligencia artificial de YPF como herramienta para potenciar capacidades.
“Tenemos que buscar los factores que nos ayudan a mejorar la productividad cuando se trabaja de forma remota. Esos factores son la confianza, tener objetivos claros y una comunicación asertiva sobre los objetivos que se buscan, que los trabajadores remotos sea autogestionen que el entorno laboral sea el adecuado, concluyó Lourdes Maisterrena (Universidad Panamericana).”
Luego, Mauro Storero (SanCor Salud) destacó que, en una empresa de medicina prepaga, el bienestar de los colaboradores con más razón debe ser prioridad y que las prácticas laborales no deben instrumentarse de forma aislada sino integrarse a un ecosistema. Contó que la compañía implementó el teletrabajo en 2018, antes de la pandemia, como una estrategia para atraer talento y cuidar a las personas, brindando las herramientas, el entorno y las condiciones necesarias para que los colaboradores pudieran trabajar desde sus casas. Storero subrayó que, más allá del género, generar condiciones que permitan a los colaboradores cumplir con sus responsabilidades de cuidado crea un círculo virtuoso que aumenta la productividad. Además, enfatizó que, en tiempos en que muchas empresas ya han vuelto a la presencialidad plena, Sancor Salud sigue apostando a su propia fórmula para equilibrar teletrabajo y presencialidad de manera efectiva.
Balance trabajo y familia
En el segundo panel, moderado por Patricia Debeljuh, se abordó el balance entre trabajo y familia. Julieta García Pena (Eidico) resaltó que integrar la familia en la vida laboral es parte de la cultura de la empresa desde antes de la pandemia. Antonella Sconza (Sanofi) explicó que la compañía implementa una licencia parental de seis meses sin distinción de género, acompañada de un programa de “soft landing” para facilitar un regreso gradual al trabajo, promoviendo así una integración paulatina entre la vida familiar y laboral. Además, destacó que este beneficio también aplica en casos de pérdida de embarazo y se extiende por más meses en caso de discapacidad, con un enfoque inclusivo y atento a las necesidades de los colaboradores.
Impacto social
El último panel, centrado en el impacto social y moderado por Pablo Fernández (IAE Business School), abordó cómo las organizaciones pueden generar un impacto positivo en las comunidades que las rodean y en la sociedad en general. “La inclusión espontáneamente no se da”, disparó Fernández al inicio del panel y enfatizó que muchas veces la ignorancia, la ideología y la inercia a veces impiden que las empresas y las personas cambien.
A continuación, Claudia Lascano (Posta Sanitaria Las Lilas – Universidad Austral) destacó la importancia de acercarse a la comunidad para comprender sus necesidades y generar impacto real. La Posta Sanitaria Las Lilas, con 20 años de trayectoria, ofrece programas de acompañamiento a embarazadas, apoyo escolar en la primera infancia y atención primaria basada en equidad, solidaridad y el acceso a la salud como derecho. Con más de 100 mil consultas acumuladas desde su fundación y funcionando también como espacio de práctica para estudiantes, Claudia subrayó que la clave está en asumir la responsabilidad sobre nuestro entorno y salir activamente al encuentro de las personas.
En tanto, Andrés Watson (Guayerd) explicó cómo su organización, presente en 17 países de América Latina desde 2019, utiliza más de 300 variables de análisis para identificar talento en contextos donde suele parecer improbable. Consideró que es crítico que las áreas de RRHH de las empresas pongan a la persona en el centro, comprendiendo sus características y su entorno, y acompañen a quienes se encuentran en situaciones de vulnerabilidad. Según Watson, a muchas empresas les cuesta salir del “Business As Usual” y entender que la interseccionalidad (la combinación de diferentes formas de discriminación o desventaja, como género, discapacidad o edad) puede generar mayores desventajas para ciertos talentos, y que brindar apoyo específico es esencial para ofrecer oportunidades reales.
La jornada cerró con una convicción compartida: crear organizaciones más humanas, flexibles y sostenibles es un desafío que nos involucra a todos. La Guía de Buenas Prácticas de CONFyE se consolida como un recurso clave para líderes, académicos y empresas que buscan transformar de forma integral la manera de trabajar.
Fuente/Copyright: IAE Business School
